Firme y valiente postura principista de un presidente norteamericano del que, en apariencia no se esperaba tanto valor y solidez moral. Muy bueno para los Estados Unidos, y para el mundo, donde este comportamiento es escaso. Otro ejemplo es Polonia. Bravo por ellos, verguenza para muchos otros otros de los que esperaba una conducta más moral
Firme y valiente postura principista de un presidente norteamericano del que, en apariencia no se esperaba tanto valor y solidez moral. Muy bueno para los Estados Unidos, y para el mundo, donde este comportamiento es escaso. Otro ejemplo es Polonia. Bravo por ellos, verguenza para muchos otros otros de los que esperaba una conducta más moral
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