En realidad votar por candidatos que quieren apoyar las políticas contra la vida, es contribuir y cooperar a estos crímenes, es ser partícipe de estos crímenes, es pecar gravemente. Me gustaría la opinión calificada, al respecto, de una autoridad eclesial.
Muy ciertamente. Quien vote por candidatos a cargos gubernamentales, que sean parte de los partidos tolerantes, o definidamente simpatizantes o miembros activos de movimientos pro-homosexuales, con todas sus erradas, cuando no perversas, derivaciones en educación, familia y posiciones contra la vida; se convierte, por lo menos, en cómplices de estos, no sólo errores, sino hasta pecados y delitos.
En realidad votar por candidatos que quieren apoyar las políticas contra la vida, es contribuir y cooperar a estos crímenes, es ser partícipe de estos crímenes, es pecar gravemente. Me gustaría la opinión calificada, al respecto, de una autoridad eclesial.
ResponderEliminarMuy ciertamente. Quien vote por candidatos a cargos gubernamentales, que sean parte de los partidos tolerantes, o definidamente simpatizantes o miembros activos de movimientos pro-homosexuales, con todas sus erradas, cuando no perversas, derivaciones en educación, familia y posiciones contra la vida; se convierte, por lo menos, en cómplices de estos, no sólo errores, sino hasta pecados y delitos.
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