Setenta veces siete parece una cifra muy grande para perdonar a un ofensor,el que no muestra ningún evidente propósito de enmienda. Quizá, y sólo a alguien que se ame mucho y se quiera ser muy comprensivo con él, podría perdonársele tantas veces por la misma ofensa. Y, es muy probable, que solamente un Dios misericordioso es el único para quien es posible perdonar tantas veces a este pecador reincidente.
Debemos imitar a Dios. Él nos ama y nos perdona siempre, quién soy yo para no perdonar; Dios me perdona, yo debo perdonarme, y debo perdonar a los demás. No debo guardar rencor. Igual que otros nos han ofendido, nosotros hemos ofendido a otros. El perdonar se logra con la gracia de Dios, la oración y la misericordia.
Setenta veces siete quiere decir siempre. Jesús dijo: Amarás a Dios y al prójimo como a ti mismo. Además, que el quinto mandamiento dice: No matarás; este prohíbe la ira, el odio, la venganza, y Jesús mismo pidió amar a los enemigos.
Es un consuelo, para la humanidad entera, saber que la misericordia de Dios es infinita.Pero no se debe abusar de ella jamás. Es necesario tener conciencia de nuestras faltas, y tener verdadero propósito de enmienda.
Quien ha escrito este comentario no es cristiano, porque está equivocado. Dios nos ama y nos perdona siempre, y debemos imitarlo, perdonando siempre a nuestro prójimo. No importa que las personas no se hayan arrepentido de lo que hicieron, o no hayan cambiado; porque sino, nosotros estaríamos pecando al guardar resentimiento y rencor contra ellas.
Setenta veces siete parece una cifra muy grande para perdonar a un ofensor,el que no muestra ningún evidente propósito de enmienda. Quizá, y sólo a alguien que se ame mucho y se quiera ser muy comprensivo con él, podría perdonársele tantas veces por la misma ofensa. Y, es muy probable, que solamente un Dios misericordioso es el único para quien es posible perdonar tantas veces a este pecador reincidente.
ResponderEliminarDebemos imitar a Dios. Él nos ama y nos perdona siempre, quién soy yo para no perdonar; Dios me perdona, yo debo perdonarme, y debo perdonar a los demás. No debo guardar rencor. Igual que otros nos han ofendido, nosotros hemos ofendido a otros. El perdonar se logra con la gracia de Dios, la oración y la misericordia.
ResponderEliminarSetenta veces siete quiere decir siempre. Jesús dijo: Amarás a Dios y al prójimo como a ti mismo. Además, que el quinto mandamiento dice: No matarás; este prohíbe la ira, el odio, la venganza, y Jesús mismo pidió amar a los enemigos.
ResponderEliminarEs un consuelo, para la humanidad entera, saber que la misericordia de Dios es infinita.Pero no se debe abusar de ella jamás. Es necesario tener conciencia de nuestras faltas, y tener verdadero propósito de enmienda.
ResponderEliminarQuien ha escrito este comentario no es cristiano, porque está equivocado. Dios nos ama y nos perdona siempre, y debemos imitarlo, perdonando siempre a nuestro prójimo. No importa que las personas no se hayan arrepentido de lo que hicieron, o no hayan cambiado; porque sino, nosotros estaríamos pecando al guardar resentimiento y rencor contra ellas.
ResponderEliminar