Es una vergüenza que recén, o hace poco, lo estén haciendo, pero ya hay instituciones médicas y gobiernos que han dado un alto a todas estas aberraciones y maldades (no errores) que habían estado cometiendo; ahora le tocará al gobierno norteamericano. Lo grave es que esto no se difunde denidamente.
En honor a la honestidad informativa, como científica, National Geographic debiera también, ahora, comunicar a sus lectores la situación actual de quien - hace algunos años - motivara una de sus portadas; y comentar sobre la situación real de otros niños como éste.
Si se quiere honrar un compromiso con la ciencia como una vocación de servicio, no sólo - esta empresa - debiera dar informaciones y detalles sobre aquello que les gusta, y en el momento oportuno para ello, si no también cuando las cosas cambian.
Es una vergüenza que recén, o hace poco, lo estén haciendo, pero ya hay instituciones médicas y gobiernos que han dado un alto a todas estas aberraciones y maldades (no errores) que habían estado cometiendo; ahora le tocará al gobierno norteamericano. Lo grave es que esto no se difunde denidamente.
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