Jesús ascendió a los Cielos, pero no nos abandona. Está a la diestra de Dios Padre, como nuestro Mediador; y nos dejó al Espíritu Santo para acompañarnos, guiarnos e iluminarnos. Esto es una verdadera felicidad.
Recibimos al Espítitu Sabto, que nos acmpañará y guiará. Jesús, desde el Cielo, intercede por nosotros. Y Dios Padre, nuestro Padre, como Jesús nos enseñó a llamarle, cuida de nosotros, y nosotros se lo pedimos.
Jesús ascendió a los Cielos, pero no nos abandona. Está a la diestra de Dios Padre, como nuestro Mediador; y nos dejó al Espíritu Santo para acompañarnos, guiarnos e iluminarnos. Esto es una verdadera felicidad.
ResponderEliminarRecibimos al Espítitu Sabto, que nos acmpañará y guiará. Jesús, desde el Cielo, intercede por nosotros. Y Dios Padre, nuestro Padre, como Jesús nos enseñó a llamarle, cuida de nosotros, y nosotros se lo pedimos.
ResponderEliminarAbramos nuestras mentes y nuestros corazones al Espíritu Santo.
ResponderEliminar