Una verdad muy grande. No se necesita de palabras rebuscadas ni de formulas secretas o espec{ificas, sino de abrirle el coraz{on a Dios y hablarle con la mayor sencillez y confianza, con nuestras propias palabras.
Ni palabras rebuscadas, ni fòrmulas especiales que aprender, hablarle a Dios con palabras sencillas, salidas del corazón, como al verdadero Padre Nuestro que es.
Una verdad muy grande. No se necesita de palabras rebuscadas ni de formulas secretas o espec{ificas, sino de abrirle el coraz{on a Dios y hablarle con la mayor sencillez y confianza, con nuestras propias palabras.
ResponderEliminarUna santa maestra de espirtualidad y santidad.
ResponderEliminarFelizmente que sus lecciones han quedado, no solamente escritas, sino grabadas con su voz y afecto hacia sus escuchas y observadores.
ResponderEliminarSabia y santa Madre Angèlica. Sería muy provechoso que tantos mensajes suyos sean escuchados, siquiera.
ResponderEliminarNi palabras rebuscadas, ni fòrmulas especiales que aprender, hablarle a Dios con palabras sencillas, salidas del corazón, como al verdadero Padre Nuestro que es.
ResponderEliminarBENDITA Y SANTA MADRE ANGÉLICA QUE NOS HA DEJADO LECCIONES IMBORRABLES, COMO ÉSTA.
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