Me asombra observar como parecier que no existe una porción educada y civilizada en la población chilena, capaz de imponer o exigir orden y civisno. El poder está siendo ejercido por unos dirigentes, no visibles, de una turba criminal, delicuencial y violenta que, carente de nobleza o del más elemental civismo en su conducta, se entrega a toda clase de excesos. Piñera, sus paridarios y aliados políticos parecieran paralizados y claudicantes. ¿Quién y cómo se ganaron las últimas elecciones en Chile?
No esperaba que Piñera fuese un político tan incapaz e incompetente para enfrentar una situación de anarquía desenfranada, sin cabecillas apsrentes, a la que debiera haber controlado con eficiencia y prontitud. Sorprende, por igual, la misma actitud paralizada de todos los otros sectores democráticos y/o civilizados chilenos.
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Me asombra observar como parecier que no existe una porción educada y civilizada en la población chilena, capaz de imponer o exigir orden y civisno. El poder está siendo ejercido por unos dirigentes, no visibles, de una turba criminal, delicuencial y violenta que, carente de nobleza o del más elemental civismo en su conducta, se entrega a toda clase de excesos. Piñera, sus paridarios y aliados políticos parecieran paralizados y claudicantes. ¿Quién y cómo se ganaron las últimas elecciones en Chile?
No esperaba que Piñera fuese un político tan incapaz e incompetente para enfrentar una situación de anarquía desenfranada, sin cabecillas apsrentes, a la que debiera haber controlado con eficiencia y prontitud. Sorprende, por igual, la misma actitud paralizada de todos los otros sectores democráticos y/o civilizados chilenos.
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