Hace 36 años, el entonces Papa Juan Pablo II, en Ayacucho, dejó un mensaje a los peruanos de esos tiempos y de siempre, contra el terror y la violencia como instrumentos en la vida de los pueblos. Hoy, esas palabras debieran retumbar en los oídos de todos los peruanos, cristianos o no, porque tienen vigencia para todos los seres humanos universal y permanentemente. Que la vida de este Santo de todos los tiempos, su visita al Perú y sus palabras para lograr una existencia más humana y cristiana, particularmente para los propios peruanos, no haya sido en vano. Que ellas resuenen una vez más en las mentes y los corazones de los peruanos de hoy.
Juan Pablo II se tomó los esfuerzos, afanes y riesgos de venir al Perú, donde se padecía la violencia del terrorismo, particularmente en Ayacucho; y hasta allí llegó para decir la verdad del Evangelio. Que sus afanes y amor al pueblo cristiano y la humanidad, no queden en vano, particularmente en en estas elecciones peruanas, en las que muchos no razonan ni recuerdan las abominables perversidades del terrorismo y sus aliados.
2 comentarios:
Hace 36 años, el entonces Papa Juan Pablo II, en Ayacucho, dejó un mensaje a los peruanos de esos tiempos y de siempre, contra el terror y la violencia como instrumentos en la vida de los pueblos. Hoy, esas palabras debieran retumbar en los oídos de todos los peruanos, cristianos o no, porque tienen vigencia para todos los seres humanos universal y permanentemente. Que la vida de este Santo de todos los tiempos, su visita al Perú y sus palabras para lograr una existencia más humana y cristiana, particularmente para los propios peruanos, no haya sido en vano. Que ellas resuenen una vez más en las mentes y los corazones de los peruanos de hoy.
Juan Pablo II se tomó los esfuerzos, afanes y riesgos de venir al Perú, donde se padecía la violencia del terrorismo, particularmente en Ayacucho; y hasta allí llegó para decir la verdad del Evangelio. Que sus afanes y amor al pueblo cristiano y la humanidad, no queden en vano, particularmente en en estas elecciones peruanas, en las que muchos no razonan ni recuerdan las abominables perversidades del terrorismo y sus aliados.
Publicar un comentario