Para quien esté algo familiarizado con la historia de las gravísimas mentiras elaboradas y propagadas por anticatólicos y anticristianos en Canadá, durante las últimas décadas, es incrible que las más altas autoridades de la Iglesia Católica hayan aceptado asumir la responsabilidad de muertes en serie de noños indígenas canadienses puestos a su cuidado en escuelas remotas de ese país. Y, lo más importante es que nunca se pudo demostrar tal calumnia.En realidad, la propia Iglesia Católica de Canadá debió exigir que Roma, ni el mismo Papa, se prestaran a las exigencias de admitir culpabilidad por delitos gravísimos no cometidos por misioneros, entre los que hay Santos y Mártires reconocidos. No faltaran quienes exigan algo semejante, en el resto del continente americano.
Me parece que el Papa ha hecho mal en apresurarse a pedir disculpas y expresar su pena por los daños causados a los niños indígenas canadienses, en el pasado en escuelas-albergues a cargo de la Iglesia Católica. Porque hasta el día de hoy, nadie ha podido demostrar que tal cosa ocurriera.
No debe aceptarse culpabilidad, ni - por tanto - pedir disculpas, de graves acusaciones de las que no hay pruebas confirmatorias verdaderas, hechas por reales enemigos de la Iglesia.
El Papa ha insistido, según noticia internacional de hoy, en la corrección de su viaje a Canadá para pedir perdón por la culpabilidad de la Iglesia en los abusos y crímenes contra los aborígenes en el pasado.
4 comentarios:
Para quien esté algo familiarizado con la historia de las gravísimas mentiras elaboradas y propagadas por anticatólicos y anticristianos en Canadá, durante las últimas décadas, es incrible que las más altas autoridades de la Iglesia Católica hayan aceptado asumir la responsabilidad de muertes en serie de noños indígenas canadienses puestos a su cuidado en escuelas remotas de ese país. Y, lo más importante es que nunca se pudo demostrar tal calumnia.En realidad, la propia Iglesia Católica de Canadá debió exigir que Roma, ni el mismo Papa, se prestaran a las exigencias de admitir culpabilidad por delitos gravísimos no cometidos por misioneros, entre los que hay Santos y Mártires reconocidos. No faltaran quienes exigan algo semejante, en el resto del continente americano.
Me parece que el Papa ha hecho mal en apresurarse a pedir disculpas y expresar su pena por los daños causados a los niños indígenas canadienses, en el pasado en escuelas-albergues a cargo de la Iglesia Católica. Porque hasta el día de hoy, nadie ha podido demostrar que tal cosa ocurriera.
No debe aceptarse culpabilidad, ni - por tanto - pedir disculpas, de graves acusaciones de las que no hay pruebas confirmatorias verdaderas, hechas por
reales enemigos de la Iglesia.
El Papa ha insistido, según noticia internacional de hoy, en la corrección de su viaje a Canadá para pedir perdón por la culpabilidad de la Iglesia en los abusos y crímenes contra los aborígenes en el pasado.
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