Hay muchos conflictos injustos, causantes de sufrimiento y miseria grandes, de diversos tamaño por el mundo entero (dentro de naciones y entre estas, por razones diversas, siempre injustas porque hay victimarios y víctimas; pero la agresión de Rusia a Ucrania (independizada, al terminar la existencia de la URSS, en forma pacífica y amistosa, reconocida por el resto de sus miembros y el mundo ntero), únicamente por el afán expansionista de Putin que quiere una Rusia más exnsa estratégicamente, ya ocasionó la pérdida - mediante la fuerza militar - de Crimea por Ucrania, ante los ojos del mundo entero; pero, como esto no le bastaba, ahora quiere más, pero Ucrania y su gente no lo quieren tolerar, y el mundo civilizado, por lo menos, acompaña la protesta. No es poca cosa.
Actualmente por la violencia que se vive en Siria, hay más de 6 millones de desplazados internos, 5,5 millones de refugiados en todo el mundo (80% de los refugiados viven extrema pobreza), y 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir y reconstruir sus vidas. Por la guerra civil Yemení, van hasta el momento 60 mil muertos según la Comisión Europea. Y por el conflicto interno en Birmania o Myanmar, van hasta el momento 210 mil muertos, y casi 1 millón de desplazados en el oriente. No es una comparación de quién tiene más muertos o refugiados. Solo es darle la razón al Papa. La guerra de Ucrania no es la única, y las demás no salen en la prensa porque no ocurren en Europa, o quizás, para opinión mía, porque ocurren en países en que no hay gas, petróleo, ni nada qué explotar, como lo fueron Irak o Kuwait.
La invasión de Ucrania es, en estos momwntos (muchos meses), la guerra más preocupante en el mundo por la naturaleza del agresor (una potencia mundial), por la causa (deseo de la potencia de poseer un territorio ajeno que le es conveniente), las repercusiones del conflicto en Ewropa y el mundo entero (escasez de combustibles, de abonos y sus repercusiones en escasez de muchos alimentos y su carestía). Daños graves e irreparables en muchos casos, tanto para los agredidos y otros inocentes, como para los agresores.
Todas las guerras son malas. Pero esta es la de mayor gravedad e importancia en la actualidad, no sólo por la naturaleza del agresor, como por sus graves repercusiones internacionales, no sólo regionales sino mundiales.
El Papa solo ha dicho que las otras guerras están olvidadas, porque no ocurren en Europa; no ha dicho que una guerra es más importante que la otra. Por más que la guerra de Ucrania afecte la economía mundial, igual se debe recordar la violencia de Haití, los conflictos internos de los países de oriente, y todas las otras guerras del y dictaduras del mundo que ejercen violencia sobre sus ciudadanos y les han privado de su libertad.
5 comentarios:
Hay muchos conflictos injustos, causantes de sufrimiento y miseria grandes, de diversos tamaño por el mundo entero (dentro de naciones y entre estas, por razones diversas, siempre injustas porque hay victimarios y víctimas; pero la agresión de Rusia a Ucrania (independizada, al terminar la existencia de la URSS, en forma pacífica y amistosa, reconocida por el resto de sus miembros y el mundo ntero), únicamente por el afán expansionista de Putin que quiere una Rusia más exnsa estratégicamente, ya ocasionó la pérdida - mediante la fuerza militar - de Crimea por Ucrania, ante los ojos del mundo entero; pero, como esto no le bastaba, ahora quiere más, pero Ucrania y su gente no lo quieren tolerar, y el mundo civilizado, por lo menos, acompaña la protesta. No es poca cosa.
Actualmente por la violencia que se vive en Siria, hay más de 6 millones de desplazados internos, 5,5 millones de refugiados en todo el mundo (80% de los refugiados viven extrema pobreza), y 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir y reconstruir sus vidas. Por la guerra civil Yemení, van hasta el momento 60 mil muertos según la Comisión Europea. Y por el conflicto interno en Birmania o Myanmar, van hasta el momento 210 mil muertos, y casi 1 millón de desplazados en el oriente.
No es una comparación de quién tiene más muertos o refugiados. Solo es darle la razón al Papa. La guerra de Ucrania no es la única, y las demás no salen en la prensa porque no ocurren en Europa, o quizás, para opinión mía, porque ocurren en países en que no hay gas, petróleo, ni nada qué explotar, como lo fueron Irak o Kuwait.
La invasión de Ucrania es, en estos momwntos (muchos meses), la guerra más preocupante en el mundo por la naturaleza del agresor (una potencia mundial), por la causa (deseo de la potencia de poseer un territorio ajeno que le es conveniente), las repercusiones del conflicto en Ewropa y el mundo entero (escasez de combustibles, de abonos y sus repercusiones en escasez de muchos alimentos y su carestía). Daños graves e irreparables en muchos casos, tanto para los agredidos y otros inocentes, como para los agresores.
Todas las guerras son malas. Pero esta es la de mayor gravedad e importancia en la actualidad, no sólo por la naturaleza del agresor, como por sus graves repercusiones internacionales, no sólo regionales sino mundiales.
El Papa solo ha dicho que las otras guerras están olvidadas, porque no ocurren en Europa; no ha dicho que una guerra es más importante que la otra. Por más que la guerra de Ucrania afecte la economía mundial, igual se debe recordar la violencia de Haití, los conflictos internos de los países de oriente, y todas las otras guerras del y dictaduras del mundo que ejercen violencia sobre sus ciudadanos y les han privado de su libertad.
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