Quienes conocemos, por lo menos en los últimos veinte años, algo sobre Las Siervas del Plan de Dios, como de la Familia Sodálite, e igualmente de su obra, no podemos menos que sentir un gran malestar por la forma indigna y prepotente, como injusta y escandalosa, con que se hace una visita a la obra, muchos años después de los muy lamentables problemas que se presentaron y que quedaron limitados a muy pocas personas (aunque importantes), y de los que la Iglesia no ha producido un informe final hasta ahora, según parece. Se demanda en casos como éste, la mayor prudencia como también la mayor seriedad, para no hacer daño a personas e instituciones respetables de la misma Iglesia. Ya hay bastantes enemigos extraños atacándola, para que surjan otros dentro de ella misma.
Injustificado por completo y falta de consideración total, como escandaloso, el que las más altas autoridades de la Iglesia Católica permitan el que se anuncie públicamente uma investigación a una de sus organizaciones hoy, por algún asunto que ta fue motivo de otra hace muchos años y hoy se conduce de manera ejemplar. ¿Así se debe conducir la Iglesia de Cristo?
La Jerarquía de la Iglesia Católica puede, y hasta debe, hacer evaluaciones periódicas de las organizaciones que la integran; pero, como en cualquier otra gran institución, debe hacerlo con respeto, discreción y prudencia, que es lo que se merece cualquier institución. No debe trascender a la prensa; y, mucho menos, a la escandalosa y enemiga de la Iglesia Católica.
Todo aquel que las conozca, no puede sentir otra cosa que admiración, simpatía y gratitud por la gran obra que realizan. Ellas no merecen ser consideradas en ninguna investigación sobre los penosos hechos que ocurrieron o que pudieron ocurrir en el pasado en el Sodalicio; y mucho menos que se haga público dicho comisariamiento, que no hace más que, muy injustamente, para mentes ligeras, echar algunas sombras sobre ellas. Esto requiere una debida, muy pronta y muy rotunda aclaraciónpor los responsables.
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Quienes conocemos, por lo menos en los últimos veinte años, algo sobre Las Siervas del Plan de Dios, como de la Familia Sodálite, e igualmente de su obra, no podemos menos que sentir un gran malestar por la forma indigna y prepotente, como injusta y escandalosa, con que se hace una visita a la obra, muchos años después de los muy lamentables problemas que se presentaron y que quedaron limitados a muy pocas personas (aunque importantes), y de los que la Iglesia no ha producido un informe final hasta ahora, según parece. Se demanda en casos como éste, la mayor prudencia como también la mayor seriedad, para no hacer daño a personas e instituciones respetables de la misma Iglesia. Ya hay bastantes enemigos extraños atacándola, para que surjan otros dentro de ella misma.
Injustificado por completo y falta de consideración total, como escandaloso, el que las más altas autoridades de la Iglesia Católica permitan el que se anuncie públicamente uma investigación a una de sus organizaciones hoy, por algún asunto que ta fue motivo de otra hace muchos años y hoy se conduce de manera ejemplar. ¿Así se debe conducir la Iglesia de Cristo?
La Jerarquía de la Iglesia Católica puede, y hasta debe, hacer evaluaciones periódicas de las organizaciones que la integran; pero, como en cualquier otra gran institución, debe hacerlo con respeto, discreción y prudencia, que es lo que se merece cualquier institución. No debe trascender a la prensa; y, mucho menos, a la escandalosa y enemiga de la Iglesia Católica.
Todo aquel que las conozca, no puede sentir otra cosa que admiración, simpatía y gratitud por la gran obra que realizan. Ellas no merecen ser consideradas en ninguna investigación sobre los penosos hechos que ocurrieron o que pudieron ocurrir en el pasado en el Sodalicio; y mucho menos que se haga público dicho comisariamiento, que no hace más que, muy injustamente, para mentes ligeras, echar algunas sombras sobre ellas. Esto requiere una debida, muy pronta y muy rotunda aclaraciónpor los responsables.
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