De mi trato con protestantes, a lo largo de mi vida, podría pensar que su predominante opinión sobre los católicos y la Biblia consiste en que ellos (los protestantes) consideran que pueden leerla e interpretarla literal y directamente, sin necesitar ninguna asesoría especializada (como la que tienen sacerdotes y religiosos, o estudiosos preparados para ello); algo que a los católicos la Iglesia no les recomienda. Esto es, por parte de ellos, un no correcto atrevimiento, pues es pertinente tener en consideración las no pocas diferencias en lenguaje y los contextos históricos. que no todos conocemos. Un ejemplo clásico es el "ojo de una aguja" que no consiste en lo que pudiera pensarse a la simple directa lectura.
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De mi trato con protestantes, a lo largo de mi vida, podría pensar que su predominante opinión sobre los católicos y la Biblia consiste en que ellos (los protestantes) consideran que pueden leerla e interpretarla literal y directamente, sin necesitar ninguna asesoría especializada (como la que tienen sacerdotes y religiosos, o estudiosos preparados para ello); algo que a los católicos la Iglesia no les recomienda. Esto es, por parte de ellos, un no correcto atrevimiento, pues es pertinente tener en consideración las no pocas diferencias en lenguaje y los contextos históricos. que no todos conocemos. Un ejemplo clásico es el "ojo de una aguja" que no consiste en lo que pudiera pensarse a la simple directa lectura.
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