La Navidad no debiera requerir de regalos materiales para los adultos. Ni en comilonas ni borracheras, ni viajes. No debiéramos caer en la utilización comercial de las fiestas más sagradas; las malogran y desvirtúan.
Muy buenas recomendaciones para ayudarnos a recuperar el auténtico espíritu navideño, en una época tan desprovista de valores morales y cristianos; y en la que, como en tantas otras festividades no sólo alegres sino hasta de seria reflexión, como la Semana Santa, prima el espíritu comercial, de diversión y frívolidad.
3 comentarios:
La Navidad no debiera requerir de regalos materiales para los adultos. Ni en comilonas ni borracheras, ni viajes. No debiéramos caer en la utilización comercial de las fiestas más sagradas; las malogran y desvirtúan.
Muy buenas recomendaciones para ayudarnos a recuperar el auténtico espíritu navideño, en una época tan desprovista de valores morales y cristianos; y en la que, como en tantas otras festividades no sólo alegres sino hasta de seria reflexión, como la Semana Santa, prima el espíritu comercial, de diversión y frívolidad.
Como dice el artículo, nunca debe faltar el árbol de navidad, la corona de adviento, y lo más importante, el pesebre.
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