Esto es lo que sucede cuando personas incompetentes, mal informadas y peor asesoradas, disponen del poder absoluto. Esto comienza por el presidente autoimpuesto, sus compañeros de viaje (desde paisanos, parientes y compinches) y cuanto oportunista tengan alrededor. Todos tenían y tienen ante sus ojos lo que ocurría y ocurre en el mundo, en países ricos poderosos y desarrollados; pero no lo quisieron ni lo quieren ver. Han podido adelantarse y evitar, no sólo los gravísimos daños en salud y vidas sino también las serias y más que terribles consecuencias económicas y sociales que nos toca y tocará enfrentra por mucho tiempo (alguién ha comentado "peores que las consecuencias de la infausta guerra del Pacífico"). Aún hoy, con un coro de aduladores, se sigue pretendiendo defender la insuficiente adquisición y aplicación de las pruebas diagnósticas imprescindibles.
Ante la audiencia nacional, la pasividad y silencio "aprobatorios" de una tan nutrida, uniformada, elegante y enmascarada concurrencia, las poco felices peroratas presienciales deben hacer recordar las similares de Chávez, Morales y Maduro.
3 comentarios:
Esto es lo que sucede cuando personas incompetentes, mal informadas y peor asesoradas, disponen del poder absoluto. Esto comienza por el presidente autoimpuesto, sus compañeros de viaje (desde paisanos, parientes y compinches) y cuanto oportunista tengan alrededor. Todos tenían y tienen ante sus ojos lo que ocurría y ocurre en el mundo, en países ricos poderosos y desarrollados; pero no lo quisieron ni lo quieren ver. Han podido adelantarse y evitar, no sólo los gravísimos daños en salud y vidas sino también las serias y más que terribles consecuencias económicas y sociales que nos toca y tocará enfrentra por mucho tiempo (alguién ha comentado "peores que las consecuencias de la infausta guerra del Pacífico"). Aún hoy, con un coro de aduladores, se sigue pretendiendo defender la insuficiente adquisición y aplicación de las pruebas diagnósticas imprescindibles.
Y todavía quieren ganarse, hasta apoderarse, del aplauso y gratitud que se merecen los abnegados y arriesgados servidores de salud.
Ante la audiencia nacional, la pasividad y silencio "aprobatorios" de una tan nutrida, uniformada, elegante y enmascarada concurrencia, las poco felices peroratas presienciales deben hacer recordar las similares de Chávez, Morales y Maduro.
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