Lamentable resultado, fruto del gobierno infausto y nefasto de Vizcarra y sus paisanos amigo y socios. Nunca se ha visto un gobierno transitorio, tan dañino y perjudicial para su país. Ineficacia, imprevisión, desidia, caos y muerte, pobreza y pobreza no vista en tantos años; y todo teñido del amiguismo, el peor sectarismo ideológico castro-chavo-madurista y la corrupción.
Es triste comprobar tan malos resultados por una conducción tan completamente inapropiada de la lucha contra esta epidemia, en todos los aspectos de sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas. y lo peor es que parece que existe indiferencia y cinismo, sin ningún arrepentimiento ni propósito de enmienda.
¡Qué cara pondrán todos los responsables de estos vergonzosos responsables de estos resultados que indican una pésima conducción de la lucha conra esta plaga= Estos fríos resultados, por otra parte, no contabilizan el sufrimiento, las angustias y penurias de los enfermos, muertos y sus familiares; ni la pobreza y miseria resultantes. Los responsables verdaderos, cínicamente, se muestran como inocentes luchadores conyta el coronavirus; la culpa es de otros.
3 comentarios:
Lamentable resultado, fruto del gobierno infausto y nefasto de Vizcarra y sus paisanos amigo y socios. Nunca se ha visto un gobierno transitorio, tan dañino y perjudicial para su país. Ineficacia, imprevisión, desidia, caos y muerte, pobreza y pobreza no vista en tantos años; y todo teñido del amiguismo, el peor sectarismo ideológico castro-chavo-madurista y la corrupción.
Es triste comprobar tan malos resultados por una conducción tan completamente inapropiada de la lucha contra esta epidemia, en todos los aspectos de sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas. y lo peor es que parece que existe indiferencia y cinismo, sin ningún arrepentimiento ni propósito de enmienda.
¡Qué cara pondrán todos los responsables de estos vergonzosos responsables de estos resultados que indican una pésima conducción de la lucha conra esta plaga= Estos fríos resultados, por otra parte, no contabilizan el sufrimiento, las angustias y penurias de los enfermos, muertos y sus familiares; ni la pobreza y miseria resultantes. Los responsables verdaderos, cínicamente, se muestran como inocentes luchadores conyta el coronavirus; la culpa es de otros.
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