Es el segundo presidente de los Estados Unidos que se confiesa católico. Sin embargo, su conducta como un verdadero católico es bastante contradictoria y deja mucho que desear, no en los gestos, sino en sus pensamientos y acciones políticas. Y su acompañante deja mucho que desear en lo ético y moral para lo que se considere conceptos de pensamiento cristiano, completamente, aparte de sus obvios antecedentes.
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Es el segundo presidente de los Estados Unidos que se confiesa católico. Sin embargo, su conducta como un verdadero católico es bastante contradictoria y deja mucho que desear, no en los gestos, sino en sus pensamientos y acciones políticas. Y su acompañante deja mucho que desear en lo ético y moral para lo que se considere conceptos de pensamiento cristiano, completamente, aparte de sus obvios antecedentes.
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