Felizmente, la fiesta de Halloween predominante en el mundo entero es la banal e infantil, no exenta de riesgos para los niños, quienes - para no exponerse a riesgos - extraños peligrosos (por ellos mismos o por su regalos), agresiones por perros, o accidentes - deben ser acompañados por adultos responsables; hay padres que desaprueban estas caravanas de puerta en puerta, salvo que se trate de vecindarios conocidos y seguros. Las reuniones de mayores tienen todas las características de otras reniones de ocio. Son verdaeramente muy escasas e infrecuentes, o hasta nulas, todas las otras formas posibles de "celebración", particularmente entre nosotros.
Los niños desde hace muchos años, en estas fiestas, salen a las calles sin ningún adulto, así que sí corren peligro: a qué casa irán, qué les darán para comer. Además, por qué los niños o adultos deberían celebrar esta fiesta, por más que no exista ningún riesgo, favoreciendo solo a los negocios y haciendo consumismo, en un día en que sectas satánicas hacen celebraciones; la fiesta que corresponde celebrar es la de todos los santos, por eso se da la opción hollywins, para celebrar la santidad y no el día de las brujas. Si es que son infrecuentes los rituales satánicos, no lo creo; no habrá monumentos como los hay en EE.UU., pero el diablo está en todos lados, habrá personas que ese día se reúnen en las fiestas para la celebrar a satanás. Jugarán a la ouija, y todos esos juegos.
Quizá la celebración satánica sea, en los últimos tiempos, de significación menor y reservada para muy pequeños grupos, hasta con comportamiento perverso y delicuencial; y que, tanto la infantil como la de mayores, de disfraces y búsqueda de golosinas para los primeros, y de alcohol y baile, sin excluir el uso posible de drogas y libertinaje, para los últimos, no dejan de ser otra cosa que la real degradación en que, para los no cristianos, poco a poco, se han ido transformando feriados que fueron sumamente religiosos t respetados, como la Semana Santa misma.
Halloween es un canto a la muerte. Por mucho que se intente dulcificar, las cosas responden a su origen; los sacerdotes celtas practicaban sacrificios humanos. Cuando menos, lo que se enseña a los hijos es a ser dependientes del comercio y consumistas. Lo mismo para los adultos, o adolescentes, sirve para el desenfreno y la lujuria. Sacerdotes y exorcistas lo han explicado, y hay que escucharlos. Si es que un niño llevara un disfraz inocente, no habría nada de malo. El problema es que esta fiesta desde hace ya muchos años ha tomado aspectos de la brujería, y los disfraces son más sangrientos, es la exaltación del horror macabro. La noche de Halloween las personas también se reúnen para el juego de la ouija. Hay grupos que hacen sacrificios de animales. Siempre habrá gente que acude donde adivinos, consulta de horóscopos, chamanes, astrólogos, médiums, aquellas que quieren lograr poderes ocultos. En definitiva, mejor celebrar todos los santos (con la opción de celebrar hollywins) y fieles difuntos. Nada de fiestas insanas.
Un buen intento de explicar el devenir de la historia de esta fiesta, ahora popular; originada en las tradiciones celtas, convertida en celebración cristiana de Todos los Santos por el cristianismo, en tradiciones infantiles con riesgos, juergas de todo tipo para jóvenes y mayores, un gran negocio consumista, y kasta un desmadre "esotérico" para aquellos con propensión al desequilibrio mental. Un intento para retornarla a una celebración, sobria y serena, de Todos los Santos.
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Felizmente, la fiesta de Halloween predominante en el mundo entero es la banal
e infantil, no exenta de riesgos para los niños, quienes - para no exponerse a riesgos - extraños peligrosos (por ellos mismos o por su regalos), agresiones por perros, o accidentes - deben ser acompañados por adultos responsables; hay padres que desaprueban estas caravanas de puerta en puerta, salvo que se trate de vecindarios conocidos y seguros. Las reuniones de mayores tienen todas las características de otras reniones de ocio. Son verdaeramente muy escasas e infrecuentes, o hasta nulas, todas las otras formas posibles de "celebración", particularmente entre nosotros.
Los niños desde hace muchos años, en estas fiestas, salen a las calles sin ningún adulto, así que sí corren peligro: a qué casa irán, qué les darán para comer.
Además, por qué los niños o adultos deberían celebrar esta fiesta, por más que no exista ningún riesgo, favoreciendo solo a los negocios y haciendo consumismo, en un día en que sectas satánicas hacen celebraciones; la fiesta que corresponde celebrar es la de todos los santos, por eso se da la opción hollywins, para celebrar la santidad y no el día de las brujas.
Si es que son infrecuentes los rituales satánicos, no lo creo; no habrá monumentos como los hay en EE.UU., pero el diablo está en todos lados, habrá personas que ese día se reúnen en las fiestas para la celebrar a satanás. Jugarán a la ouija, y todos esos juegos.
Quizá la celebración satánica sea, en los últimos tiempos, de significación menor y reservada para muy pequeños grupos, hasta con comportamiento perverso y delicuencial; y que, tanto la infantil como la de mayores, de disfraces y búsqueda de golosinas para los primeros, y de alcohol y baile, sin excluir el uso posible de drogas y libertinaje, para los últimos, no dejan de ser otra cosa que la real degradación en que, para los no cristianos, poco a poco, se han ido transformando feriados que fueron sumamente religiosos t respetados, como la Semana Santa misma.
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Halloween es un canto a la muerte. Por mucho que se intente dulcificar, las cosas responden a su origen; los sacerdotes celtas practicaban sacrificios humanos. Cuando menos, lo que se enseña a los hijos es a ser dependientes del comercio y consumistas. Lo mismo para los adultos, o adolescentes, sirve para el desenfreno y la lujuria.
Sacerdotes y exorcistas lo han explicado, y hay que escucharlos. Si es que un niño llevara un disfraz inocente, no habría nada de malo. El problema es que esta fiesta desde hace ya muchos años ha tomado aspectos de la brujería, y los disfraces son más sangrientos, es la exaltación del horror macabro.
La noche de Halloween las personas también se reúnen para el juego de la ouija. Hay grupos que hacen sacrificios de animales. Siempre habrá gente que acude donde adivinos, consulta de horóscopos, chamanes, astrólogos, médiums, aquellas que quieren lograr poderes ocultos.
En definitiva, mejor celebrar todos los santos (con la opción de celebrar hollywins) y fieles difuntos. Nada de fiestas insanas.
Un buen intento de explicar el devenir de la historia de esta fiesta, ahora popular; originada en las tradiciones celtas, convertida en celebración cristiana de Todos los Santos por el cristianismo, en tradiciones infantiles con riesgos, juergas de todo tipo para jóvenes y mayores, un gran negocio consumista, y kasta un desmadre "esotérico" para aquellos con propensión al desequilibrio mental. Un intento para retornarla a una celebración, sobria y serena, de Todos los Santos.
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