Por la verdadera salud total, emocional, mental y física, presente y futura, de los niños, de los adolescentes y hasta de los adultos, de hoy, ninguna de estas aberraciones debiera ser promovida ni tolerada por ninguna autoridad, sea educativa, sanitaria, religiosa, o política. El destino de todas aquellas víctimas expuestas a su perverso influjo, puede ser dañado muy gravemente y dar lugar a daños irreparables. Nadie, con un juicio y una ética normales, y - mucho peor - con autoridad, debiera permitir la libre exposición de estas tan perjudiciales aberraciones.
La mejor recomendación es no llevar a niños, ni adolescentes, ni a adultos a expectar ésta ni otras películas o espectáculos análogos. No contribuir ni con un céntimo a la economía de sus productores, actores ni de los dueños de salas de cine; que quiebren. Sú se debiera comentar, en términos apropiados para cada edad; y absolver adecuadamente toda pregunta, no dejar dudas ni incertidumbres.No debemos quedar impasibles ante la degradación humana que se nos quiere imponer; por lo menos contribuir con nuestras firmas a las protestas que exigen un alto a estos intentos de trastornar el orden natural y moral en nuestra civiización.
Por favor, si somos conscientes de la guerra que tenemos que librar para salvar al mundo, a la humanidad entera, de la agresión despiadada, y sin contemplación ni miramiento algunos, que el Demonio dirige para imponer la llamada "ideología LGTB...", no debiéramos ni siquiera reflexionar sobre la posibilidad de asistir ni gratuitamente, con nuestras familias, a tal depravado espectáculo. Automáticamente debiéramos decir NO, y hacer campaña para que nadie tenga la ingenuidad de contribuir a la propagación de esta campaña de la perversión.
SERÍA MUCHO MÁS SENCILLO Y EFECTIVO, QUE NADIE QUE NO APRUEBE NI DESEE, EN LO MÁS MÍNIMO, COLABORAR CON ESTA MAFIA MUNDIAL DEMONÍACA, ASISTA. SÍ PUDIERA, O DEBIERA, COMENTAR CON SU FAMILIA, DE MANERA APROPIA PARA CADA EDAD, EL MOTIVO ÒR EL QUE NO ASISTIRÁN Y POR EL QUE NO DEBIERAN HACERLO OTRAS FAMILIAS.
Los organismos estatales, tales como los Ministerios de Educación, Cultura, Familia, o Salud, debieran ser los primeros en prohibir la presentación de una película como ésta, por el muy grave daño que pueden ocasionar a espectadores no maduros ni formados suficientemente para juzgar publicidad que perturba muy seriamente y hasta engaña acerca de lo que es normal, hasta a adultos que no han formado un criterio sólido de normalidad sobre muchos aspectos de la vida.
Considero que no debiera exhibirse, abiertamente, esta película al público en general. Al igual que la exhibición de pornografía, la de violencia, crueldad o anormalidades innecesarias, sadismo, etc., por más que correspondan a hechos reales, verídicos, hacen mucho más daño que bien a la salud y al equilibrio emocional de la población en general.
Se requiere cooperar contra esta exhibición, porque impedirla es una no pequeña contribución en la campaña para que la "ideología de género", y todo lo que la acompaña, no se enseñoreen de la sociedad civilizada (en el más completo y noble de los sentidos) y la destruyan.
lo único que tdo adulto debe saber es que ni él, y mucho menos los niños ni los adolescentes, deben ver esta clase de películas, ni gratis. Tenemos el deber moral de que todas las organizaciones que producen y viven de este vil negocio, desaparezcan o cambien de rubto, dejando de hacer tanto daño.
Asistir, aunque se trate de sólo adultos, es apoyar, hasta económicamente, a la "ideología de género". Ya tenemos más que suficiente información sobre esta corriente, verdadera perversión, el daño que hacen y que pretenden expandir. Y ahora pretenden meterse con la misma niñez, en espectáculos y hasta en las escuelas (con la complicidad de gobiernos cómplices. aunque parezxa mentira).
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Por la verdadera salud total, emocional, mental y física, presente y futura, de los niños, de los adolescentes y hasta de los adultos, de hoy, ninguna de estas aberraciones debiera ser promovida ni tolerada por ninguna autoridad, sea educativa, sanitaria, religiosa, o política. El destino de todas aquellas víctimas expuestas a su perverso influjo, puede ser dañado muy gravemente y dar lugar a daños irreparables. Nadie, con un juicio y una ética normales, y - mucho peor - con autoridad, debiera permitir la libre exposición de estas tan
perjudiciales aberraciones.
La mejor recomendación es no llevar a niños, ni adolescentes, ni a adultos a expectar ésta ni otras películas o espectáculos análogos. No contribuir ni con un céntimo a la economía de sus productores, actores ni de los dueños de salas de cine; que quiebren. Sú se debiera comentar, en términos apropiados para cada edad; y absolver adecuadamente toda pregunta, no dejar dudas ni incertidumbres.No debemos quedar impasibles ante la degradación humana que se nos quiere imponer; por lo menos contribuir con nuestras firmas a las protestas que exigen un alto a estos intentos de trastornar el orden natural y moral en nuestra civiización.
Por favor, si somos conscientes de la guerra que tenemos que librar para salvar al mundo, a la humanidad entera, de la agresión despiadada, y sin contemplación ni miramiento algunos, que el Demonio dirige para imponer la llamada "ideología LGTB...", no debiéramos ni siquiera reflexionar sobre la posibilidad de asistir ni gratuitamente, con nuestras familias, a tal depravado espectáculo. Automáticamente debiéramos decir NO, y hacer campaña para que nadie tenga la ingenuidad de contribuir a la propagación de esta campaña de la perversión.
SERÍA MUCHO MÁS SENCILLO Y EFECTIVO, QUE NADIE QUE NO APRUEBE NI DESEE, EN LO MÁS MÍNIMO, COLABORAR CON ESTA MAFIA MUNDIAL DEMONÍACA, ASISTA. SÍ PUDIERA, O DEBIERA, COMENTAR CON SU FAMILIA, DE MANERA APROPIA PARA CADA EDAD, EL MOTIVO ÒR EL QUE NO ASISTIRÁN Y POR EL QUE NO DEBIERAN HACERLO OTRAS FAMILIAS.
Los organismos estatales, tales como los Ministerios de Educación, Cultura, Familia, o Salud, debieran ser los primeros en prohibir la presentación de una película como ésta, por el muy grave daño que pueden ocasionar a espectadores no maduros ni formados suficientemente para juzgar publicidad que perturba muy seriamente y hasta engaña acerca de lo que es normal, hasta a adultos que no han formado un criterio sólido de normalidad sobre muchos aspectos de la vida.
Considero que no debiera exhibirse, abiertamente, esta película al público en general. Al igual que la exhibición de pornografía, la de violencia, crueldad o anormalidades innecesarias, sadismo, etc., por más que correspondan a hechos reales, verídicos, hacen mucho más daño que bien a la salud y al equilibrio emocional de la población en general.
Se requiere cooperar contra esta exhibición, porque impedirla es una no pequeña contribución en la campaña para que la "ideología de género", y todo lo que la acompaña, no se enseñoreen de la sociedad civilizada (en el más completo y noble de los sentidos) y la destruyan.
lo único que tdo adulto debe saber es que ni él, y mucho menos los niños ni los adolescentes, deben ver esta clase de películas, ni gratis. Tenemos el deber moral de que todas las organizaciones que producen y viven de este vil negocio, desaparezcan o cambien de rubto, dejando de hacer tanto daño.
Asistir, aunque se trate de sólo adultos, es apoyar, hasta económicamente, a la "ideología de género". Ya tenemos más que suficiente información sobre esta corriente, verdadera perversión, el daño que hacen y que pretenden expandir. Y ahora pretenden meterse con la misma niñez, en espectáculos y hasta en las escuelas (con la complicidad de gobiernos cómplices. aunque parezxa mentira).
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