Vale la exhortación papal, aunque me hubiera gustado, y preferido, que hubiera tenido lugar muchas semanas antes, porque ya ha pasado mucho tiempo desde el inicio de la agresión rusa, y tanto las muertes irreparables, las familias destrozadas, los daños materiales en Ucrania y el resto del mundo (y también en la misma Rusia) no tienen justificación alguna. Rusia debe cesar toda forma deagresión, retirarse de las tierras invadidas, y un tribunal internacional de la más alta jerarquía moral arbitre tanto la paz permanente como también las reparaciones posibles y las sanciones correspondientes. La voz del Papa, aún en estos tiempos, tiene - espero - o debiera tener, un peso moral y espiritual muy alto, el más respetable dem mundo.
Como menciona el artículo, este es el enésimo llamado a la paz de Francisco entre ambos países de estos 7 meses que van de guerra. En el mes de julio, el Papa se lamentaba que su compromiso con Ucrania no apareciese en la prensa. Todo lo que ha pasado en estos meses con el Papa lo puede revisar en este Blog.
A la Rusia de Putin se le debe exigir interrumpir la guerra que desencadenó, abandonar los territorios invadidos, retirarse a sus fronteras, reparar todos los daños causados, e intentar reparar lo imposible: aquellos daños imposibles de poder ser verdaderamente reparables (vidas y tantos otros perjuicios). Alos ucranianos no se les puede exigir nada; rogarles sí: que lleguen a perdonar.
Cuando hay un conflicto entre dos países, la paz depende de ambos, no de uno solo. Esta es una guerra en la que varios países de Europa, e incluso EEUU están colaborando con armas a Ucrania en su defensa, y eso es muy peligroso; Rusia podría decir que por ayudar al país que ellos ven como enemigo, también son esos países sus enemigos, y ahora que hablan de ataque nuclear, ni me imagino qué pueden hacer. Por eso, el Papa, si bien defendió la entrega de armas a un país agredido, no era para provocar más guerra; la entrega no excluía el diálogo con el país agresor, porque sino esto no tendrá final. Hay que pensar que siempre en toda guerra, hay alguien que saca beneficio, y hará que no se paralice.
Basta ya de la agresión descaradamente abusiva y prepotente de Putin, ante el mundo entero, arrastrando a su pueblo al intento de apoderarse de parte de una nación vecina, Esto no lo debieran permitir el resto de los pueblos de un mundo que se pretende civilizado y justo.
5 comentarios:
Vale la exhortación papal, aunque me hubiera gustado, y preferido, que hubiera tenido lugar muchas semanas antes, porque ya ha pasado mucho tiempo desde el inicio de la agresión rusa, y tanto las muertes irreparables, las familias destrozadas, los daños materiales en Ucrania y el resto del mundo (y también en la misma Rusia) no tienen justificación alguna. Rusia debe cesar toda forma deagresión, retirarse de las tierras invadidas, y un tribunal internacional de la más alta jerarquía moral arbitre tanto la paz permanente como también las reparaciones posibles y las sanciones correspondientes. La voz del Papa, aún en estos tiempos, tiene - espero - o debiera tener, un peso moral y espiritual muy alto, el más respetable dem mundo.
Como menciona el artículo, este es el enésimo llamado a la paz de Francisco entre ambos países de estos 7 meses que van de guerra. En el mes de julio, el Papa se lamentaba que su compromiso con Ucrania no apareciese en la prensa. Todo lo que ha pasado en estos meses con el Papa lo puede revisar en este Blog.
A la Rusia de Putin se le debe exigir interrumpir la guerra que desencadenó, abandonar los territorios invadidos, retirarse a sus fronteras, reparar todos los daños causados, e intentar reparar lo imposible: aquellos daños imposibles de poder ser verdaderamente reparables (vidas y tantos otros perjuicios). Alos ucranianos no se les puede exigir nada; rogarles sí: que lleguen a perdonar.
Cuando hay un conflicto entre dos países, la paz depende de ambos, no de uno solo.
Esta es una guerra en la que varios países de Europa, e incluso EEUU están colaborando con armas a Ucrania en su defensa, y eso es muy peligroso; Rusia podría decir que por ayudar al país que ellos ven como enemigo, también son esos países sus enemigos, y ahora que hablan de ataque nuclear, ni me imagino qué pueden hacer.
Por eso, el Papa, si bien defendió la entrega de armas a un país agredido, no era para provocar más guerra; la entrega no excluía el diálogo con el país agresor, porque sino esto no tendrá final.
Hay que pensar que siempre en toda guerra, hay alguien que saca beneficio, y hará que no se paralice.
Basta ya de la agresión descaradamente abusiva y prepotente de Putin, ante el mundo entero, arrastrando a su pueblo al intento de apoderarse de parte de una nación vecina, Esto no lo debieran permitir el resto de los pueblos de un mundo que se pretende civilizado y justo.
Publicar un comentario