Momwnto muy difícil para la política mundial. Rusia debe saber que el mundo civilizado no aprueba, hasta repudia la invasión de Ucrania que ha iniciado y sostiene a lo largo de tantos meses. El rechazo a tanta abusiva prepotencia, debiera basarse en posturas, más que bélicas, económicas y del más grande repudio declarado en todos los foros, así como el apoyo económico, material de tipo militar y sanitario, siempre convencional para que Ucrania pueda no sólo contener y expulsar a las tropas rusas, llegando hasta a atacar puntos claves estratégicamente en el mismo teritorio ruso fronterizo. Pero no convertir esta agresión en un conflicto mundial.
La entrega de armas a Ucrania, debería ser como dijo el Papa, para defenderse, pero no para generar más guerra. Además, no deberían excluir el diálogo con Rusia, ni menos buscar mayores ataques, ni involucrar a otros países en la guerra.
Ucrania no debiera pedir una cierta y determinada clase de intervención, en su condición de víctima de la agresión brutal de un país vecino (una potencia mundial, por otra parte). Lo que sí puede es demandar, y exigir, es, justicia frente a esta agresión, su cese inmediato, el retiro de los agresores, todas las reparacoiones posibles, y las sanciones más severas, junto con su no repetición. Las Naciobes Unidas, con todas sus organizaciones, debe responder ejemplarmente para que algo semejante no se vuelva a repetir.
Bueno, estamos a punto de una guerra mundial nuclear, no es ocasión para que Ucrania exija justicia, lo hará después; para detener esta guerra, ambos países deben dialogar, aunque tenga que ceder su territorio. No involucrar a más países, ni generar más guerra. Nadie dice que no se deba juzgar los crímenes que se han cometido contra la población, pero eso se atenderá una vez que haya paz.
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Momwnto muy difícil para la política mundial. Rusia debe saber que el mundo civilizado no aprueba, hasta repudia la invasión de Ucrania que ha iniciado y sostiene a lo largo de tantos meses. El rechazo a tanta abusiva prepotencia, debiera basarse en posturas, más que bélicas, económicas y del más grande repudio declarado en todos los foros, así como el apoyo económico, material de tipo militar y sanitario, siempre convencional para que Ucrania pueda no sólo contener y expulsar a las tropas rusas, llegando hasta a atacar puntos claves estratégicamente en el mismo teritorio ruso fronterizo. Pero no convertir esta agresión en un conflicto mundial.
La entrega de armas a Ucrania, debería ser como dijo el Papa, para defenderse, pero no para generar más guerra. Además, no deberían excluir el diálogo con Rusia, ni menos buscar mayores ataques, ni involucrar a otros países en la guerra.
Ucrania no debiera pedir una cierta y determinada clase de intervención, en su condición de víctima de la agresión brutal de un país vecino (una potencia mundial, por otra parte). Lo que sí puede es demandar, y exigir, es, justicia frente a esta agresión, su cese inmediato, el retiro de los agresores, todas las reparacoiones posibles, y las sanciones más severas, junto con su no repetición. Las Naciobes Unidas, con todas sus organizaciones, debe responder ejemplarmente para que algo semejante no se vuelva a repetir.
Bueno, estamos a punto de una guerra mundial nuclear, no es ocasión para que Ucrania exija justicia, lo hará después; para detener esta guerra, ambos países deben dialogar, aunque tenga que ceder su territorio. No involucrar a más países, ni generar más guerra. Nadie dice que no se deba juzgar los crímenes que se han cometido contra la población, pero eso se atenderá una vez que haya paz.
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