Como dice el jefe de estas "autoridades", el que las seleccionó, a su imagen y semejanza, y las designó,no debieran llegar ni a porteros de sus ministerios.
Las mascarillas en la mayoría de países ya no son obligatorias, excepto en transporte público y lugares cerrados. Alguien para protegerse del COVID debería evitar los lugares cerrados; usar la mascarilla en el transporte, centros sanitarios, eventos multitudinarios, aglomeraciones, situaciones con contacto estrecho y prolongado, y población vulnerable; tener ventilación; vacunas para COVID y gripe; tener estilo de vida saludable; higiene de manos; y quedarse en casa si nota síntomas o si da positivo, aunque se con síntomas leves o de forma asintomática.
Estas personas están tan descalificadas profesional y moralmente, que sus declaraciones que debieran ser ignoradas, pero que, por el inmenso daño que poeden causar, para la población en general, el gran público, debieran ser desmentidas y corregidas públicamente por las Universidades respetables o el Colegio Médico del Perú. Todos, vinculados a la Medicina o no, estamos viendo y conociendo de numerosos casos nuevos de Covid-19, en todas lqas edades, y con todos los niveles de vacunación, felizmenteno, aunque muy molestos e incómodos, no suelen ser graves, pero sí muy contagiosos.
Esta es la clase de Miniatros de este infausto gobierno que representa la calidad y competencia profesional que tiene, comenzamdo por su pobre cabeza. Así, el país está perdido. Sólo los peruanos más ignorantes, a la par que muy crédulos, puede confiar en ellos; el resto desespera cansado de esperar que los otros poderes del Estado cumplan con su misión de mandarlos a la cárcel, antes de que destruyan y empobrezcan al Perú.
Esta nada preparada y desorientada, pero atrevida y osada, persona, en temas de salud (quienes han investigado su hoja de vida lo han afirmado así en más de una vez), lanza afirmaciones sin fundamento, bajo las órdenes de quienes son sus superiores políticos. Y, así, se atreve a pontificar sobre este punto, cuando en otros países, responsablemente, se dispone el uso de ellas.
8 comentarios:
¡Sólo les falta prohibir su uso!
Como dice el jefe de estas "autoridades", el que las seleccionó, a su imagen y semejanza, y las designó,no debieran llegar ni a porteros de sus ministerios.
Las mascarillas en la mayoría de países ya no son obligatorias, excepto en transporte público y lugares cerrados. Alguien para protegerse del COVID debería evitar los lugares cerrados; usar la mascarilla en el transporte, centros sanitarios, eventos multitudinarios, aglomeraciones, situaciones con contacto estrecho y prolongado, y población vulnerable; tener ventilación; vacunas para COVID y gripe; tener estilo de vida saludable; higiene de manos; y quedarse en casa si nota síntomas o si da positivo, aunque se con síntomas leves o de forma asintomática.
Estas personas están tan descalificadas profesional y moralmente, que sus declaraciones que debieran ser ignoradas, pero que, por el inmenso daño que poeden causar, para la población en general, el gran público, debieran ser desmentidas y corregidas públicamente por las Universidades respetables o el Colegio Médico del Perú. Todos, vinculados a la Medicina o no, estamos viendo y conociendo de numerosos casos nuevos de Covid-19, en todas lqas edades, y con todos los niveles de vacunación, felizmenteno, aunque muy molestos e incómodos, no suelen ser graves, pero sí muy contagiosos.
Insensateces permanentes, de autoridades no calificadas profesionalmente y, más bien sí contando con deshonestidad y corrupción.
Esta es la clase de Miniatros de este infausto gobierno que representa la calidad y competencia profesional que tiene, comenzamdo por su pobre cabeza. Así, el país está perdido. Sólo los peruanos más ignorantes, a la par que muy crédulos, puede confiar en ellos; el resto desespera cansado de esperar que los otros poderes del Estado cumplan con su misión de mandarlos a la cárcel, antes de que destruyan y empobrezcan al Perú.
Y no cesa la aparición de nuevos casos de Covid-19.
Esta nada preparada y desorientada, pero atrevida y osada, persona, en temas de salud (quienes han investigado su hoja de vida lo han afirmado así en más de una vez), lanza afirmaciones sin fundamento, bajo las órdenes de quienes son sus superiores políticos. Y, así, se atreve a pontificar sobre este punto, cuando en otros países, responsablemente, se dispone el uso de ellas.
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