Sería un desafortunado desacierto. Es de confiar en que la sensatez predomine en este caso, sobre la tendencia a "modernizarlo" todo, bajo la influrncia de la ideología de género. En las Escrituras, en todo lugar, desde siempre, para referirse a Dios, para describirlo o para dirigirse a Él, siempre se han usado nombres, pronombres o adjetivos masculinos, Basta, como ejemplo, recordar a Jesús, enseñándonos a orar, y que le llamesmo Padre.
Pobres, si es que son sinceros en su cuestionamiento acerca de cómo referirse a Dios. Sólo deben buscar en las Escrituras, que no son otra cosa que la misma palabra revelada de Dios.
En ningún lugar de las Escrituras o del Evangelio, existe la menor duda sobre el tema, Los anglicanos no debieran hacerse problemas con la ideología de género y sus confundidos, en el mejor de los casos, seguidores.
Los anglicanos admiten sacerdotes mujeres, y desde hace 8 años tienen obispos mujeres, algo que no quiso Jesús. Así que lo del género neutro para Dios, no sorprende. Es igual que los alemanes y su sínodo.
4 comentarios:
Sería un desafortunado desacierto. Es de confiar en que la sensatez predomine en este caso, sobre la tendencia a "modernizarlo" todo, bajo la influrncia de la ideología de género. En las Escrituras, en todo lugar, desde siempre, para referirse a Dios, para describirlo o para dirigirse a Él, siempre se han usado nombres, pronombres o adjetivos masculinos, Basta, como ejemplo, recordar a Jesús, enseñándonos a orar, y que le llamesmo Padre.
Pobres, si es que son sinceros en su cuestionamiento acerca de cómo referirse a Dios. Sólo deben buscar en las Escrituras, que no son otra cosa que la misma palabra revelada de Dios.
En ningún lugar de las Escrituras o del Evangelio, existe la menor duda sobre el tema, Los anglicanos no debieran hacerse problemas con la ideología de género y sus confundidos, en el mejor de los casos, seguidores.
Los anglicanos admiten sacerdotes mujeres, y desde hace 8 años tienen obispos mujeres, algo que no quiso Jesús. Así que lo del género neutro para Dios, no sorprende. Es igual que los alemanes y su sínodo.
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