Un problema verdaderamente limitante, en esta clase de películas está en que su intención real no es mostrar o ilustrar al público sobre hechos religiosos verdaderos, sino en intentar ser una películar !terrorífica" más, que atraiga la curiosidad malsana de públicos (el público universal) que no tienen ninguna formación religiosa, y que sólo pretenden pasar un par de horas de un nuevo espectáculo "terrorífico" lleno de nuevos espectaculares efectos técnicos.
No me parece que se deba producir películas sobre el exorcismo, destinadas a todos los públicos (preponderantemente nada cristianos), sobre todo porque sus productos van a carecer de seriedad y, muy desdichadamente, por su fundamental naturaleza comercial o, por lo menos, de la búsqueda del éxito taquillero, lo que pretenden es puramente comercial o lograr un "gran film de terror". Malo para los cristianos, particularmente para los católicos.
Usted lo ha dicho, su fin es comercial, no tienen por qué ser serias. Igual que hacen películas de dinosaurios, del diablo, fantasmas, brujería, o de cualquier otro tema, igual hacen películas acerca del exorcismo porque les parece un tema oculto, y aunque no lo entiendan, no les interesa, y el guión que escriben no tiene por qué basarse en hechos reales, sino solo su fin es obtener beneficios comerciales. Como se menciona en el presente artículo, solo la película "El exorcista" de 1973, aborda la posesión diabólica con rigor teológico. Esta película se basa en un caso real que salió publicado en el Washington Post en 1949, acerca de un niño de 14 años que nació en 1935.
Errónea idea, el pensar que este tema pudiera ser tratado con toda la seriedad que sería de esperar. El cine comercial no quiere otra cosa que el gran éxito comercial, y ello demandaría espectacularidad, tal como poco serias escenas terriblemente sobrecogedoras y terroríficas.
Son lo mismo las películas o las novelas, que abordan el tema del Opus Dei, los sacerdotes y religiosos, el Vaticano, o la Iglesia Católica, usted no les puede exigir a sus guionistas o autores cómo deben ser; muchos se basarán en rumores, fake news, o simplemente inventarán. Es decir, harán cualquier cosa con tal de obtener dinero.
5 comentarios:
Un problema verdaderamente limitante, en esta clase de películas está en que su intención real no es mostrar o ilustrar al público sobre hechos religiosos verdaderos, sino en intentar ser una películar !terrorífica" más, que atraiga la curiosidad malsana de públicos (el público universal) que no tienen ninguna formación religiosa, y que sólo pretenden pasar un par de horas de un nuevo espectáculo "terrorífico" lleno de nuevos espectaculares efectos técnicos.
No me parece que se deba producir películas sobre el exorcismo, destinadas a todos los públicos (preponderantemente nada cristianos), sobre todo porque sus productos van a carecer de seriedad y, muy desdichadamente, por su fundamental naturaleza comercial o, por lo menos, de la búsqueda del éxito taquillero, lo que pretenden es puramente comercial o lograr un "gran film de terror". Malo para los cristianos, particularmente para los católicos.
Usted lo ha dicho, su fin es comercial, no tienen por qué ser serias. Igual que hacen películas de dinosaurios, del diablo, fantasmas, brujería, o de cualquier otro tema, igual hacen películas acerca del exorcismo porque les parece un tema oculto, y aunque no lo entiendan, no les interesa, y el guión que escriben no tiene por qué basarse en hechos reales, sino solo su fin es obtener beneficios comerciales.
Como se menciona en el presente artículo, solo la película "El exorcista" de 1973, aborda la posesión diabólica con rigor teológico. Esta película se basa en un caso real que salió publicado en el Washington Post en 1949, acerca de un niño de 14 años que nació en 1935.
Errónea idea, el pensar que este tema pudiera ser tratado con toda la seriedad que sería de esperar. El cine comercial no quiere otra cosa que el gran éxito comercial, y ello demandaría espectacularidad, tal como poco serias escenas terriblemente sobrecogedoras y terroríficas.
Son lo mismo las películas o las novelas, que abordan el tema del Opus Dei, los sacerdotes y religiosos, el Vaticano, o la Iglesia Católica, usted no les puede exigir a sus guionistas o autores cómo deben ser; muchos se basarán en rumores, fake news, o simplemente inventarán. Es decir, harán cualquier cosa con tal de obtener dinero.
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