El respeto a los demás y sus creencias, no significa que no debamos, por lo menos informar e ilustrar a los demás acerca de nuestra Fe y el ejemplo de nuestra vida, con la finalidad de atraerlos hacia el cristianismo en general y el catolicismo en particular. Es lo que se llama evangelizar, la misión de los cristianos, encargada poe mismo Jesús.
Todos los que hemos seguido las Jornadas de la Juventud sabemos que en ellas se anuncia la palabra de Cristo, se da testimonio de amor por Dios, y siempre a uno le deja varias enseñanzas.
Bien entendida, la misión de las Jornadas de la Juventud, todo su esfuerzo y el trabajo necesarios, al igual que lo que sucede con otros grandes eventos católicos (tales como las Peregrinaciones o los Congresos Eucaróisticos), es afirmar las convicciones religiosas de todos los asistentes (sean presemciales o no), y a esto va asociado otro propósito: el evangelizador sobre los que no son católicos, o que siéndolo se encuentran alejados - en algún grado menor o mayor - de su Fe. Negarlo, en una declaración de prensa, quizá se deba a no querer parecer "proselitista", pero nuestra misión - de todo cristiano - es la evangelizar hasta con nuestra sola presencia o ejemplo.
Este buen señor, que no parece conocer la obligación de todo Cristiano, no sólo de los Sacerdotes, un Obispo, y que ya es nada menos que hasta un nuevo Cardenal de la Iglesia Católica, la verdadera Iglesia Cristiana, debiera buscar un momento de paz para revisar con paciencia y devoción un Nuevo Testamento en su propio idioma, y va a encontrar no menos de treinta y tantas menciones sobre nuestra misión de evangelización de todos los pueblos.
Es increíble que un joven prelado, elevado a los niveles más altos dentro de la Jerarquía de la iglesia, adopte posturas, no sólo inesperadas sino hasta muy criticables. Y, habiendo tantos sacerdotes maduros y experimentados, por completo fieles a la doctrina de Iglesia, inteligentes y con competencias más que comprobadas, ¿por qué se elige a inseguros y nada formados ni maduros, pero aventurados candidatos?, ¿a dónde quieren conducir a nuestra Iglesia?
5 comentarios:
El respeto a los demás y sus creencias, no significa que no debamos, por lo menos informar e ilustrar a los demás acerca de nuestra Fe y el ejemplo de nuestra vida, con la finalidad de atraerlos hacia el cristianismo en general y el catolicismo en particular. Es lo que se llama evangelizar, la misión de los cristianos, encargada poe mismo Jesús.
Todos los que hemos seguido las Jornadas de la Juventud sabemos que en ellas se anuncia la palabra de Cristo, se da testimonio de amor por Dios, y siempre a uno le deja varias enseñanzas.
Bien entendida, la misión de las Jornadas de la Juventud, todo su esfuerzo y el trabajo necesarios, al igual que lo que sucede con otros grandes eventos católicos (tales como las Peregrinaciones o los Congresos Eucaróisticos), es afirmar las convicciones religiosas de todos los asistentes (sean presemciales o no), y a esto va asociado otro propósito: el evangelizador sobre los que no son católicos, o que siéndolo se encuentran alejados - en algún grado menor o mayor - de su Fe. Negarlo, en una declaración de prensa, quizá se deba a no querer parecer "proselitista", pero nuestra misión - de todo cristiano - es la evangelizar hasta con nuestra sola presencia o ejemplo.
Este buen señor, que no parece conocer la obligación de todo Cristiano, no sólo de los Sacerdotes, un Obispo, y que ya es nada menos que hasta un nuevo Cardenal de la Iglesia Católica, la verdadera Iglesia Cristiana, debiera buscar un momento de paz para revisar con paciencia y devoción un Nuevo Testamento en su propio idioma, y va a encontrar no menos de treinta y tantas menciones sobre nuestra misión de evangelización de todos los pueblos.
Es increíble que un joven prelado, elevado a los niveles más altos dentro de la Jerarquía de la iglesia, adopte posturas, no sólo inesperadas sino hasta
muy criticables. Y, habiendo tantos sacerdotes maduros y experimentados, por completo fieles a la doctrina de Iglesia, inteligentes y con competencias más que comprobadas, ¿por qué se elige a inseguros y nada formados ni maduros, pero aventurados candidatos?, ¿a dónde quieren conducir a nuestra Iglesia?
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