Ciertamente, en este confundido panorama político, en que tantos icompetentes, inescrupulosos y hasta corruptos aventureros de la política, cometen toda clase de despropósitos y tropelías en el mundo entero, se hace necesaria la presencia y la acción de políticos honestos, morales e intachables, de manera muy particular en el continente americabo. Y, que cosa mejor el que salgan de las filas del catolicismo, y - muy particularmente - de sus juventudes.
El llamado es aplicable para todos los países del mundo, como el nuestro por ejemplo. LLevamos mucho tiempo, y en forma creciente, que nuestros gobernantes no representan, no sólo a lo mejor del país, ni a lo medianamente prepardo y competente, sino a lo peor en educación, seriedad, honestidad de propóditos y conducta; un verdadero lumpen en formación, laboriosidad, decencia y honradez.
En verdad, la política, en cada y todo país, no debiera dejarse jamás en las manos de incompetentes,aventureros, de personas con orientaciones erróneas y perjudiciales, de corruptos o inmorales, otros abiertamente ebemigos de toda religión, del cristianismo o de la católica en particular, enemigos de la vida, de la familia, abortstas, entre otras características negativas. Y, en verdad, necesitamos las personas más valiosas por su competencia, idoneidad y principios morales; y, que mejor que sean católicos preparados.
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Ciertamente, en este confundido panorama político, en que tantos icompetentes, inescrupulosos y hasta corruptos aventureros de la política, cometen toda clase de despropósitos y tropelías en el mundo entero, se hace necesaria la presencia y la acción de políticos honestos, morales e intachables, de manera muy particular en el continente americabo. Y, que cosa mejor el que salgan de las filas del catolicismo, y - muy particularmente - de sus juventudes.
El llamado es aplicable para todos los países del mundo, como el nuestro por ejemplo. LLevamos mucho tiempo, y en forma creciente, que nuestros gobernantes no representan, no sólo a lo mejor del país, ni a lo medianamente prepardo y competente, sino a lo peor en educación, seriedad, honestidad de propóditos y conducta; un verdadero lumpen en formación, laboriosidad, decencia y honradez.
En verdad, la política, en cada y todo país, no debiera dejarse jamás en las manos de incompetentes,aventureros, de personas con orientaciones erróneas y perjudiciales, de corruptos o inmorales, otros abiertamente ebemigos de toda religión, del cristianismo o de la católica en particular, enemigos de la vida, de la familia, abortstas, entre otras características negativas. Y, en verdad, necesitamos las personas más valiosas por su competencia, idoneidad y principios morales; y, que mejor que sean católicos preparados.
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