Muy lalamentables consecuencoas de otro acontecimiento de estos nuevos tiempos modernos: la pérdida del comportamiento moral, existente previamente como una característica del cristianismo, hoy en abandono; y el inhumano desenfreno irresponsable del comportamiento sexual, acompañante de la llanada "ideología de género". El fenómeno no es sólo propio, ni exclusivo, de España.
España sufre mucho por causa de dos problemas, uno externo y otro interno. El externo: la presencia de un gran turismo indiscriminado que trae no sólo a personas con curiosidad por cosas como la historia, la cultura, el arte y los paisajes, que contribuyen a las oportunidades de trabajo para los españoles, sino también una caterva de aventureros e inescrupulosos, nada recomendables y dispouestos a corromper a quienes estén cerca de ellos. Y el interno, que ha sido producido por la "modernización" (en el peor sentido) de las costumbres, la dsetrucción de las familias y un abandono de la religiosidad, con apertura a las nuevas ideas de la "ideología de género". La noticia de hoy es una de las consecuencias de estas cosas.
Una de las consecuencias de la pérdida de, por lo menos, los más elementales y rudimentarios principios de salubridad y de calidad de vida humana; por no hablar, por supuesto, de una pérdida de principios, tanto de moralidad como de religiosidad, que fueron fundamentales para su esencia y su ejemplo para otros pueblos.
Esta revelación habla muy mal de lo que está pasando en una nación tan querida y cercana a nosotros. Ojalá que la logren superar en sus causas más profundas.
5 comentarios:
Muy lalamentables consecuencoas de otro acontecimiento de estos nuevos tiempos modernos: la pérdida del comportamiento moral, existente previamente como una característica del cristianismo, hoy en abandono; y el inhumano desenfreno irresponsable del comportamiento sexual, acompañante de la llanada "ideología de género". El fenómeno no es sólo propio, ni exclusivo, de España.
España sufre mucho por causa de dos problemas, uno externo y otro interno. El externo: la presencia de un gran turismo indiscriminado que trae no sólo a personas con curiosidad por cosas como la historia, la cultura, el arte y los paisajes, que contribuyen a las oportunidades de trabajo para los españoles, sino también una caterva de aventureros e inescrupulosos, nada recomendables y dispouestos a corromper a quienes estén cerca de ellos. Y el interno, que ha sido producido por la "modernización" (en el peor sentido) de las costumbres, la dsetrucción de las familias y un abandono de la religiosidad, con apertura a las nuevas ideas de la "ideología de género". La noticia de hoy es una de las consecuencias de estas cosas.
Pobre España, la de los Reyes Católicos, un bastión de la Cristiandad y el Catolicismo, a los que está dando la espalda.
Una de las consecuencias de la pérdida de, por lo menos, los más elementales y rudimentarios principios de salubridad y de calidad de vida humana; por no hablar, por supuesto, de una pérdida de principios, tanto de moralidad como de religiosidad, que fueron fundamentales para su esencia y su ejemplo para otros pueblos.
Esta revelación habla muy mal de lo que está pasando en una nación tan querida y cercana a nosotros. Ojalá que la logren superar en sus causas más profundas.
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