Una declaración muy necesaria, que era esperada con mucha ansiedad, y hasta desesperación, desde hace mucho; y cuya falta, más ambiguas, confusas y hasta disparatadas declaraciones propias, de cercanos y de ajenas, sólo permitían que se creara más confusión, trastornos y gran desconcierto entre creyentes y no creyentes.No nos trae ninguna novedad; la postura oficial de la Iglesia de Jesucristo es la misma, desde los tiempos de los Apóstoles hasta nuestros días. Este texto debió ser repetido, en alta voz, rotundamente, desde hace varios años, sin demora ante las posturasperturbadas y rotundamente erradas por diferentes personalidades (hasta dentro de la mmisma Iglesia).
Bendita sea esta definición, tan esperada, y que se necesitaba desde hace, no unas semanas o meses, sino algunos años. La varios años; y que no es otra cosa que la doctrina milenaria de la Iglesia.
Aquellos individuos, u organizaciones, pro-"LGBT+", y sobre todo aquellas existentes dentro de la misma Iglesia, y que ya se sentían - en algún modo - hasta alentados, por algunas altas personalidades, particularmente durante los últimos años, son los más afectados, contrariados e indignados.
Aunque usted diga que no trae ninguna novedad, se tenía que ratificar las formas en que puede violar la dignidad humana. Si ha escuchado al Papa en estos 10 años, sabrá que son temas de los que siempre ha hablado. Que por qué no se difunde, el Vaticano sí lo hace; la prensa secular puede que lo haga, pero tergiversado. Quienes deben extender el mensaje, son los miembros de la Iglesia, que somos todos nosotros.
Es algo muy bueno, sumamente,la aparición de este tan serio y esclarecedor documento en la Iglesia Católica, pues sirve para borrar cualquier confusión que pudiera haberse originado dentro de la misma Iglesia, y fuera de ella, por expresiones otros hechos o documentos previos, que pudieran parecer ambiguos o imprecisos. Lo necesitabamos.
Dignitas Veritas es una valiosa contribución, del Vaticano, frente a tanta confusión y desorientación existentes en la conciencia de los fieles, creadas por un mundo desorientado por la prédica de los ideólogos de género y del relativismo, circulando por el mundo abierta e irresonsable, cuando no perversamente.
Este documento sirve para volver a un equilibrio fundamental, que se había perdido por tantas declaraciones desafortunadas de los seguidores de la "ideología de género", aún dentro de la misma Iglesia (por diferentes voceros, hasta de alto rango) para finalmente arribar a Fiducia Supplicans para mayor confusión. Ojalá que Dignitas Infinita sea seguida de otras claras y rotundas declaraciones que hagan sentir al Pueblo de Dios que el Catecismo vigente, tan laborisamen elaborado por Juan Pablo II y el Cardenal Ratzinger.
8 comentarios:
Una declaración muy necesaria, que era esperada con mucha ansiedad, y hasta desesperación, desde hace mucho; y cuya falta, más ambiguas, confusas y hasta disparatadas declaraciones propias, de cercanos y de ajenas, sólo permitían que se creara más confusión, trastornos y gran desconcierto entre creyentes y no creyentes.No nos trae ninguna novedad; la postura oficial de la Iglesia de Jesucristo es la misma, desde los tiempos de los Apóstoles hasta nuestros días. Este texto debió ser repetido, en alta voz, rotundamente, desde hace varios años, sin demora ante las posturasperturbadas y rotundamente erradas por diferentes personalidades (hasta dentro de la mmisma Iglesia).
Bendita sea esta definición, tan esperada, y que se necesitaba desde hace, no unas semanas o meses, sino algunos años. La varios años; y que no es otra cosa que la doctrina milenaria de la Iglesia.
Aquellos individuos, u organizaciones, pro-"LGBT+", y sobre todo aquellas existentes dentro de la misma Iglesia, y que ya se sentían - en algún modo - hasta alentados, por algunas altas personalidades, particularmente durante los últimos años, son los más afectados, contrariados e indignados.
Aunque usted diga que no trae ninguna novedad, se tenía que ratificar las formas en que puede violar la dignidad humana. Si ha escuchado al Papa en estos 10 años, sabrá que son temas de los que siempre ha hablado. Que por qué no se difunde, el Vaticano sí lo hace; la prensa secular puede que lo haga, pero tergiversado. Quienes deben extender el mensaje, son los miembros de la Iglesia, que somos todos nosotros.
Es algo muy bueno, sumamente,la aparición de este tan serio y esclarecedor documento en la Iglesia Católica, pues sirve para borrar cualquier confusión que pudiera haberse originado dentro de la misma Iglesia, y fuera de ella, por expresiones otros hechos o documentos previos, que pudieran parecer ambiguos o imprecisos. Lo necesitabamos.
Dignitas Veritas es una valiosa contribución, del Vaticano, frente a tanta confusión y desorientación existentes en la conciencia de los fieles, creadas por un mundo desorientado por la prédica de los ideólogos de género y del relativismo, circulando por el mundo abierta e irresonsable, cuando no perversamente.
Este documento sirve para volver a un equilibrio fundamental, que se había perdido por tantas declaraciones desafortunadas de los seguidores de la "ideología de género", aún dentro de la misma Iglesia (por diferentes voceros, hasta de alto rango) para finalmente arribar a Fiducia Supplicans para mayor confusión. Ojalá que Dignitas Infinita sea seguida de otras claras y rotundas declaraciones que hagan sentir al Pueblo de Dios que el Catecismo vigente, tan laborisamen elaborado por Juan Pablo II y el Cardenal Ratzinger.
Ojalá que Dignitas Infinita logre borrar toda la confusión y el daño causados por Fiduccia Supplicants.
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