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jueves, 23 de mayo de 2024

FRANCISCO HACE FUERTE CRÍTICA A LA EUTANASIA: "NUNCA ES UNA FUENTE DE ESPERANZA"

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

No debiéramos llamar eutanasia a la muerte no natural, a la que resulta de un suicio asistido o de un asesinato de un paciente de edad avanzada o terminal, todos con la participación de un médico convertido en un sicario profesional. Bien hecho, el criticar fuertemmente estas muertes. Y, ello debe ser repetido a menudo; para contrarrestar la posición contraria, publicitada como algo "piadoso" y "humanitario".

Anónimo dijo...

El término eutanasia viene del griego y del latín: buena muerta o muerte apacible; su antónimo es distanasia.

La Iglesia y el Papa, siempre se han opuesto a esta práctica, valorando los cuidados paliativos, y así lo ha hecho saber en varias oportunidades. Siempre esté atento a la palabra del Santo Padre, pero por fuentes confiables de la Iglesia, no seculares.

Anónimo dijo...

Con relación al tránsito de la vida a la muerte, existen devociones no bien difundidas a mi parecer, que parecen más bien en extinción. Como, por ejemplo, aquellas del Cristo o Señor de la Buena Muerte, o del Buen Fin, de los que existen no sólo imágenes, , hermansades, procesiones, y hasta templos, en no pocas ciudades de todo el mundo atólico.
Y, además, algo que falta a las personas en la cercanía de la muerte, muchas veces rechazado por sus asistentes, familiares, o hasta el mismo enfermo, es una intensa asistencia espiritual y religiosa, aparte de la médica. En ella deben estar presentes todos los Sacramentos necesarios, y - esencialmente - los de Penitencia, Eucaristía y Unción de los Enfermos; además de algo muy importante, pero que suele faltar, acompañamiento con oraciones. Quizá falta personal para todo esto, que es tan importante,

Anónimo dijo...

La profesión médica, cuidadora y defensora de la vida, jamás ha aprobado el asesinato de un paciente. Todos los Juramentos existentes para el ejercicio de la profesión médica, lo mencionan explícitamente. Sólo en épocas de un mal llamado "progresismo" se pretende obligar a los Médicos a atentar contra la vida de pacientes, o hasta de otros seres humanos todavía no nacidos; todo esto como manifestación de la más despiadada falta de moral, aún la más elemental.