Muy preocupante la posibilidad de que un titiritero mayor, muy corrido en estas vivezas y sus muy jugosas comisiones, esté en las sombras detrás de la novel e inexperta Ministro de Economía, para ponerse las botas con este gran "negiciazo", contra el que pudiera estar el muy competente Presidente del Banco Central de Reserva. Estos son la clase de ministros que conviene para los zarpazos al erar io de este desventurada naciòn. Que busquen a Velarde, para que diga la verdad.
Y sobre la crisis en que se encuentra el país, ¿por qué no le piden consejo y escuchan a un hombre, peruano además, de la solvencia de Hernando de Soto; que, de paso, ya ha escrito sobre nuestra nuestra situación?. Y ¿por qué, en casi todas lss crisis que nos azotan, no se llama y se hace caso a los que verdaderamente saben?
Necesitamos desesperadamente un manejo profesional competente, sabio, noble, limpio, incorrupto e incorruptible, y experimentado, en todos los campos del quehacer nacional. No más improvisaciones, paisanismo, compadrería, amigismo, ni aprovechamiento personal de cualquier tipo. Buscar la cooperación de los más apropiados en todos los campos; los tenemos.
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Muy preocupante la posibilidad de que un titiritero mayor, muy corrido en estas vivezas y sus muy jugosas comisiones, esté en las sombras detrás de la novel e inexperta Ministro de Economía, para ponerse las botas con este gran "negiciazo", contra el que pudiera estar el muy competente Presidente del Banco Central de Reserva. Estos son la clase de ministros que conviene para los zarpazos al erar io de este desventurada naciòn. Que busquen a Velarde, para que diga la verdad.
Y sobre la crisis en que se encuentra el país, ¿por qué no le piden consejo y escuchan a un hombre, peruano además, de la solvencia de Hernando de Soto; que, de paso, ya ha escrito sobre nuestra nuestra situación?. Y ¿por qué, en casi todas lss crisis que nos azotan, no se llama y se hace caso a los que verdaderamente saben?
Necesitamos desesperadamente un manejo profesional competente, sabio, noble, limpio, incorrupto e incorruptible, y experimentado, en todos los campos del quehacer nacional. No más improvisaciones, paisanismo, compadrería, amigismo, ni aprovechamiento personal de cualquier tipo. Buscar la cooperación de los más apropiados en todos los campos; los tenemos.
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