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jueves, 3 de septiembre de 2020

ARZOBISPO CASTILLO DECRETA QUE SACERDOTES NO ENTREN EN LAS CASAS PARA DAR LA COMUNIÓN A ENFERMOS POR COVID 19

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me deja perplejo está posición y conducta de un Arzobispo frente a una muy terrible epidemia, que acarrea muchísimo sufrimiento, con graves consecuencias para la salud, con una muy importante y desusada mortalidad, y toda clase de complicaciones para familias enteras de su grey.¡Y justamente cuando todos sus enfermos, moribundos, muertos y familias enteras necesitan más la presencia y compañía de sus pastores. No sé como habrá ocurrido y que se ha hecho en otras ciudades y países.

Anónimo dijo...

En el mes de mayo, la Conferencia Episcopal Peruana elaboró un protocolo para celebrar Misas para cuando fuese levantada la cuarentena. Varias Diócesis como Tacna, Moquegua, Yauyos, Piura, Tumbes, Trujillo, Chiclayo, Lurín, Arequipa, han abierto iglesias para la oración privada de los fieles, y en algunos casos para la Misa pública y confesiones, siguiendo este protocolo, aprobado por el Ministerio de Salud. Los obispos de Lima y Callao mantienen las Misas virtuales. En otros países han hecho Misas en autocines, comuniones y confesiones en el auto.

Con respecto con llevar la comunión a los enfermos, Francisco en el mes de marzo en una homilía, pidió a los sacerdotes que tengan la valentía de salir y llevar la Eucaristía y la palabra de Dios a los enfermos de Covid 19, así como acompañar a los operadores sanitarios y voluntarios que atienden a las víctimas de la epidemia. En varios países, sí ha ocurrido ésto, los sacerdotes han ido a las casas y a los hospitales.

Anónimo dijo...

Aquí en el Perú, ha habido Obispos y párrocos que han sacado en procesión, o para adoración en el techo de la Iglesia, al Santísimo o a la Virgen María.

Anónimo dijo...

¿Cómo, en circunstancias parecidas, se hubieran comportado, no los grandes y heróicos santos de las plagas de la historia, ni Santa Rosa o San Martín de Porras, sino contemporáneos como Teresa de Calcuta, Juan Pablo II, o ya lo han hecho y lo hacen día tras día, casi anónimos sacerdotes o religiosas, o una multitud de médicos o enfermeras en todo el mundo y el Perú?