Es cierto que los templos no son fuente importante para la difusión de la presente pandemia, pero existe siempre esta posibilidad y, por consiguiente hay algún riesgo para los sacerdotes y los fieles, aún con las mayores medidas de precaución y de sguridad. y no debiéramos exponer a la Iglesia a que sea acudada de casos de contagio y muertes.Por ello, es opinión personal pero muy meditada, que debiera esmerarse e intensificarse la presencia de la Iglesia en los medios de comunicación masiva, con asistencia de personal muy calificado en su empleo; y de una vez, porque ello ha faltado..
Deseo opinar sobre este tema. Y considero, también, que aunque la posibilidad de contagio no sea mayor sino más bien menor, siempre la hay, por reunirse un grupo de personas, por algún tiempo, orando o cantando en alta voz, y en un ambiente cerrado. Y no se debiera dar ningún motivo ni ocasión, a los no pocos enemigos de la Iglesia para acusaciones malévolas contra ella. La Iglesia sí debiera estar notoriamente presente, dirigiéndo y reuniendo a los fieles, por todos los medios posibles que no impliquen la exposición de éstos al mínimo riesgo.
El protocolo que hizo la Conferencia Episcopal ha sido aprobado por el Ministerio de Salud. En este momento se ha normalizado prácticamente la vida social, y las mayores fuentes de contagio deben estar en el transporte público y en los mercados. Dónde hay mayor riesgo, estar varias en un avión estrecho con aire acondicionado, o estar menos de una hora en una iglesia con aforo reducido.
Los medios de comunicación que no pertenecen a la Iglesia, en estos tiempos no están interesados en transmitir nada relacionado a la fe cristiana porque tienen sus propios intereses, y se puede ver por las noticias que publican o su programación; y solo lo hacen en Semana Santa y Navidad porque saben que eso tiene aprecio por el público.
Ver las Misas en forma virtual está muy bien. Pero los sacramentos y la adoración no se dan a larga distancia.
Ya han abierto bancos, centros comerciales, farmacias, supermercados, peluquerías y restaurantes. Algunas Diócesis, siguiendo el Protocolo aprobado por el Ministerio, han abierto ya las Iglesias para adoración o para Misas.
4 comentarios:
Es cierto que los templos no son fuente importante para la difusión de la presente pandemia, pero existe siempre esta posibilidad y, por consiguiente hay algún riesgo para los sacerdotes y los fieles, aún con las mayores medidas de precaución y de sguridad. y no debiéramos exponer a la Iglesia a que sea acudada de casos de contagio y muertes.Por ello, es opinión personal pero muy meditada, que debiera esmerarse e intensificarse la presencia de la Iglesia en los medios de comunicación masiva, con asistencia de personal muy calificado en su empleo; y de una vez, porque ello ha faltado..
Deseo opinar sobre este tema. Y considero, también, que aunque la posibilidad de contagio no sea mayor sino más bien menor, siempre la hay, por reunirse un grupo de personas, por algún tiempo, orando o cantando en alta voz, y en un ambiente cerrado. Y no se debiera dar ningún motivo ni ocasión, a los no pocos enemigos de la Iglesia para acusaciones malévolas contra ella. La Iglesia sí debiera estar notoriamente presente, dirigiéndo y reuniendo a los fieles, por todos los medios posibles que no impliquen la exposición de éstos al mínimo riesgo.
El protocolo que hizo la Conferencia Episcopal ha sido aprobado por el Ministerio de Salud. En este momento se ha normalizado prácticamente la vida social, y las mayores fuentes de contagio deben estar en el transporte público y en los mercados. Dónde hay mayor riesgo, estar varias en un avión estrecho con aire acondicionado, o estar menos de una hora en una iglesia con aforo reducido.
Los medios de comunicación que no pertenecen a la Iglesia, en estos tiempos no están interesados en transmitir nada relacionado a la fe cristiana porque tienen sus propios intereses, y se puede ver por las noticias que publican o su programación; y solo lo hacen en Semana Santa y Navidad porque saben que eso tiene aprecio por el público.
Ver las Misas en forma virtual está muy bien. Pero los sacramentos y la adoración no se dan a larga distancia.
Ya han abierto bancos, centros comerciales, farmacias, supermercados, peluquerías y restaurantes. Algunas Diócesis, siguiendo el Protocolo aprobado por el Ministerio, han abierto ya las Iglesias para adoración o para Misas.
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