Realmente reconforta que, en el mundo actual, existan mujeres, personas y familias como ésta y su entorno. Es verdaderamente un ejemplo muy necesitado, tanto para los católicos como para la humanidad. Un mérito más para este hombre tan controversial, Trump, quien arriesga mucho el atreverse a proponerla para este altísimo cargo en su país, en vísperas de elecciones. No adopta posturas timoratas ni hace conseciones al mal; no le importa que pudiera perder votos. Se reafirma como un líder y un verdaero ejmplo, hasta para el mundo, por sus convicciones por la vida y por la paz. Está haciendo lo que sus predecesores no hicieron, ni se atrevieron a hacer, por su patria y el mundo. Se merece, realmente, el Premio Nobel de la Paz.
Planned Parenthood, sus socios, sus aliados, y hasta el demonio mismo, se revolcarán de ira, sin duda. Tanta maldad, tanto verdugo y tanto crimen, ven una amenaza que se cierne sobre ellos y sus actividades innobles, criminales y verdaderos horrendos crímenes, en Norteamérica y en el mundo entero. Pero no basta con contribuir a detener un delito tan repugnante como éste; verdadera verguenza para un mundo que lo ha permitido y ejecutado; se requiere iniciar una política de amor por la vida y por el prójimo, de justicia, de bondad y paz; de un real y verdadero retorno a lo que fue lo mejor de la civilización cristiana, tanto en occidente como en el mundo entero.
2 comentarios:
Realmente reconforta que, en el mundo actual, existan mujeres, personas y familias como ésta y su entorno. Es verdaderamente un ejemplo muy necesitado, tanto para los católicos como para la humanidad.
Un mérito más para este hombre tan controversial, Trump, quien arriesga mucho el atreverse a proponerla para este altísimo cargo en su país, en vísperas de elecciones. No adopta posturas timoratas ni hace conseciones al mal; no le importa que pudiera perder votos. Se reafirma como un líder y un verdaero ejmplo, hasta para el mundo, por sus convicciones por la vida y por la paz. Está haciendo lo que sus predecesores no hicieron, ni se atrevieron a hacer, por su patria y el mundo. Se merece, realmente, el Premio Nobel de la Paz.
Planned Parenthood, sus socios, sus aliados, y hasta el demonio mismo, se revolcarán de ira, sin duda. Tanta maldad, tanto verdugo y tanto crimen, ven una amenaza que se cierne sobre ellos y sus actividades innobles, criminales y verdaderos horrendos crímenes, en Norteamérica y en el mundo entero. Pero no basta con contribuir a detener un delito tan repugnante como éste; verdadera verguenza para un mundo que lo ha permitido y ejecutado; se requiere iniciar una política de amor por la vida y por el prójimo, de justicia, de bondad y paz; de un real y verdadero retorno a lo que fue lo mejor de la civilización cristiana, tanto en occidente como en el mundo entero.
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