Las marchas que han trastornado el orden público, la sanidad ciudadana y la seguridad social, han sido motivadas por toda una maquinaria solventada con los dineros públicos para defender las posturas y las historias "económicas" de Vizcarra, en un afán de que permanezca libre, con investigaciones detenidas (y quizá hasta tratando de conseguir una impunidad total), persiguiendo el intentar mantenerlo en el cargo, con todas las ventajas que ello implica. La convocatoria de incautos, numerosos, encubrió las actividades delictivas de grupos subversivos del más variado pelaje y dispuestos a todo, hasta las posibles muertes entre manifestantes y policías.
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Las marchas que han trastornado el orden público, la sanidad ciudadana y la seguridad social, han sido motivadas por toda una maquinaria solventada con los dineros públicos para defender las posturas y las historias "económicas" de Vizcarra, en un afán de que permanezca libre, con investigaciones detenidas (y quizá hasta tratando de conseguir una impunidad total), persiguiendo el intentar mantenerlo en el cargo, con todas las ventajas que ello implica. La convocatoria de incautos, numerosos, encubrió las actividades delictivas de grupos subversivos del más variado pelaje y dispuestos a todo, hasta las posibles muertes entre manifestantes y policías.
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