Ciertamente, Merino fue abandonado, no sólo por sus más cercanos colegas del propio partido y los líderes de éste, que sólo algunos de ellos hicieron acto de presencia en la ceremonia, los demás miembros del parlamento que solamente se limitaron a votar por él; y hasta por su propio y recién nombrado principal colaborador: el presidente del Consejo Ministerial. No lo ayudaron ni con su consejo ni con su presencia, en los cruciales críticos primeros momentos. Así, hubo horas de silencio y de falta de presencia pública, ante la avalancha de violencia vizcarrista-izquierdista total, desde los Humala, senderistas y los miembros del MRTA. Lo demás es historia conocida.
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Ciertamente, Merino fue abandonado, no sólo por sus más cercanos colegas del propio partido y los líderes de éste, que sólo algunos de ellos hicieron acto de presencia en la ceremonia, los demás miembros del parlamento que solamente se limitaron a votar por él; y hasta por su propio y recién nombrado principal colaborador: el presidente del Consejo Ministerial. No lo ayudaron ni con su consejo ni con su presencia, en los cruciales críticos primeros momentos. Así, hubo horas de silencio y de falta de presencia pública, ante la avalancha de violencia vizcarrista-izquierdista total, desde los Humala, senderistas y los miembros del MRTA. Lo demás es historia conocida.
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