Esta inmolación consciente, heroica, sin medidas de protección personales ni con garantías de protección futuras para sí y sus familiares; una de las más elevadas mortandades profesionales del mundo durante la presente pandemia; así como la severa enfermedad y la minusvalía irreparable para muchos otros; todo esto ocurriendo al grupo de profesionales más selecto y más calificado del país, al mismo tiempo que el peor tratado dentro del presupuesto nacional; no debe quedar ni olvidado, ni sin ser reconocido como es debido, ni ninguno de sus deudos quedar en la orfandad. Es obligación moral muy grave del Colegio Médico del Perú el conseguir que todo esto sea conseguido. Ninguna forma de vinculo personal con el gobierno debe impedir o menguar los reconocimientos y reparaciones por el Estado, hoy en manos de personajes sombríos y corruptos.
El país entero tiene una deuda muy grande con estas víctimas, que entregaron sus vidas, su salud, su bienestar y los de sus familias, a lo largo de muchos años. Profesionales con la formación más prolongada, más difícil y el mayor de los riesgos, tienen quizá las menores de las remuneraciones, de todo tipo de las seguridades de las jubilaciones, entre todos los servidores estatales. Se justifica una reclasificación justa de todo esto. En estas últimas semanas, el Estado ya está negando los pagos y las promesas ofrecidas a muchos de estos médicos, y, si es que se manifiestan, están siendo atacados por las fuerzas de seguridad.
2 comentarios:
Esta inmolación consciente, heroica, sin medidas de protección personales ni con garantías de protección futuras para sí y sus familiares; una de las más elevadas mortandades profesionales del mundo durante la presente pandemia; así como la severa enfermedad y la minusvalía irreparable para muchos otros; todo
esto ocurriendo al grupo de profesionales más selecto y más calificado del país, al mismo tiempo que el peor tratado dentro del presupuesto nacional; no debe quedar ni olvidado, ni sin ser reconocido como es debido, ni ninguno de sus deudos quedar en la orfandad. Es obligación moral muy grave del Colegio Médico del Perú el conseguir que todo esto sea conseguido. Ninguna forma de vinculo personal con el gobierno debe impedir o menguar los reconocimientos y reparaciones por el Estado, hoy en manos de personajes sombríos y corruptos.
El país entero tiene una deuda muy grande con estas víctimas, que entregaron sus vidas, su salud, su bienestar y los de sus familias, a lo largo de muchos años. Profesionales con la formación más prolongada, más difícil y el mayor de los riesgos, tienen quizá las menores de las remuneraciones, de todo tipo de las seguridades de las jubilaciones, entre todos los servidores estatales. Se justifica una reclasificación justa de todo esto. En estas últimas semanas, el Estado ya está negando los pagos y las promesas ofrecidas a muchos de estos médicos, y, si es que se manifiestan, están siendo atacados por las fuerzas de seguridad.
Publicar un comentario