Lo que está ocurriendo en Lima y otras ciudades del país, ciertamente y de una manera innegable, es fruto de las irresponsable y mercenaria prensa, tanto hablada como escrita, al servicio de la dictadura, "madurista y podrida" por la corrupción más grande de nuestra historia, que Vizcarra con sus "socios" estaban instalando en el Perú. Y, en estos días, asistimos, y sufrimos, al espectáculo de la violencia callejera a la que se empuja a no pocos jóvenes inconscientes mezclados con agitadores profesionales y el lumpen proclive a tomar ventaja de estas ocasiones. Es de esperar que el nuevo Ministro del Interior y el Consejo de Ministros actúen con la prudencia,la inteligencia y la debida sagacidad para que esto no se repita y para que los responsables sean debidamente sancionados.
A la subversión, al robo, al saqueo, al incendio y a la destrucción y daños irreparables de bienes públicos y privados, y contra la vida y la salud de los propios manifestantes, de los transeúntes y de los agentes del orden. Toda incitación a participar en estas marchas de3be ser investigada y penada.
2 comentarios:
Lo que está ocurriendo en Lima y otras ciudades del país, ciertamente y de una manera innegable, es fruto de las irresponsable y mercenaria prensa, tanto hablada como escrita, al servicio de la dictadura, "madurista y podrida" por la corrupción más grande de nuestra historia, que Vizcarra con sus "socios" estaban instalando en el Perú. Y, en estos días, asistimos, y sufrimos, al espectáculo de la violencia callejera a la que se empuja a no pocos jóvenes inconscientes mezclados con agitadores profesionales y el lumpen proclive a tomar ventaja de estas ocasiones. Es de esperar que el nuevo Ministro del Interior y el Consejo de Ministros actúen con la prudencia,la inteligencia y la debida sagacidad para que esto no se repita y para que los responsables sean debidamente sancionados.
A la subversión, al robo, al saqueo, al incendio y a la destrucción y daños irreparables de bienes públicos y privados, y contra la vida y la salud de los propios manifestantes, de los transeúntes y de los agentes del orden. Toda incitación a participar en estas marchas de3be ser investigada y penada.
Publicar un comentario