El comportamiento, éticamente discutible, de algunos productores de vacunas y de gobiernos compradores de ellas, más que sospechosos de corrupción, deja mucho que desear. El caso peruano, con dos gobiernos responsables de los manejos incompetentes, despreocupados por los verdaderos intereses de los ciudadanos, y corruptos por añadidura, es, por lo menos, bochornoso; sus prioridades no han sido el interés nacional, sino otras (implantar sus llamadas "ideologías" y apoderarse del gobierno total de la nación)..
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El comportamiento, éticamente discutible, de algunos productores de vacunas y de gobiernos compradores de ellas, más que sospechosos de corrupción, deja mucho que desear. El caso peruano, con dos gobiernos responsables de los manejos incompetentes, despreocupados por los verdaderos intereses de los ciudadanos, y corruptos por añadidura, es, por lo menos, bochornoso; sus prioridades no han sido el interés nacional, sino otras (implantar sus llamadas "ideologías" y apoderarse del gobierno total de la nación)..
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