Evidentemente, estamos viendo que a lo largo de este siglo. de manera insidiosa y solapada, miembros de los que se llaman izquierda progresista y otros marxistas de toda calaña, sin ser verdaderamente elegidos, han podido infiltrar casi todos los niveles del Estado; y, mucho más abiertamente en los últimos diez años. Se han apropiado de puestos claves, tolerados como asesores o consultores, muy bien, y hasta excesivamente, remunerados. Esta última década ha sido infeliz para el Perú; entre los Humala, Vizcarra y Sagasti, y de manera creciente, han manejado el país a sus anchas, hemos visto como los "ideólogos de género" hacen lo que quieren para sus inclinaciones, menos lo conveniente para la nación; están arruinando y destruyendo nuestra patria; y estas elecciones son su oportunidad para tomar el país.Debemos estar muy alertas, hasta para un fraude escandaloso.
En verdad no es sólo una amenaza. El fraude electoral se viene "cocinando" desde los albores de este siglo. Con la caída de Fujimori, insensiblemente, Paniagua se vió rodeado, consciente o inconscientemente, de unos comedidos intrusos, no de su partido, demócratas "de nuevo cuño", "liberales", un nuevo estilo de izquierdistas "progresistas" a quienes les gustaba la buena vida, por lo que muy pronto se les llamó, no "rojimios" sino "caviares". No dejaron el poder, pues seguidamente rodearon a Toledo en sus juergas palaciegas y en el "avión parrandero", e influyeron grandemente en gestos en favor de los terroristas y sus acciones, al mismo tiempo que infiltraban la maquinaria estatal. La fiesta continuó solapadamente durante el gobierno de García, para alzar vuelo con el discípulo de Chávez y Lula, Humala, Y, luego creció con PPK, Vizcarra y Sagasti, cuando "los, las y "les"" ideólogos de género y otros ejemplares están haciendo de las suyas para apoderarse del gobierno total del país; y estas elecciones son parte de su accionar.
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Evidentemente, estamos viendo que a lo largo de este siglo. de manera insidiosa y solapada, miembros de los que se llaman izquierda progresista y otros marxistas de toda calaña, sin ser verdaderamente elegidos, han podido infiltrar casi todos los niveles del Estado; y, mucho más abiertamente en los últimos diez años. Se han apropiado de puestos claves, tolerados como asesores o consultores, muy bien, y hasta excesivamente, remunerados. Esta última década ha sido infeliz para el Perú; entre los Humala, Vizcarra y Sagasti, y de manera creciente, han manejado el país a sus anchas, hemos visto como los "ideólogos de género" hacen lo que quieren para sus inclinaciones, menos lo conveniente para la nación; están arruinando y destruyendo nuestra patria; y estas elecciones son su oportunidad para tomar el país.Debemos estar muy alertas, hasta para un fraude escandaloso.
En verdad no es sólo una amenaza. El fraude electoral se viene "cocinando" desde los albores de este siglo. Con la caída de Fujimori, insensiblemente, Paniagua se vió rodeado, consciente o inconscientemente, de unos comedidos intrusos, no de su partido, demócratas "de nuevo cuño", "liberales", un nuevo estilo de izquierdistas "progresistas" a quienes les gustaba la buena vida, por lo que muy pronto se les llamó, no "rojimios" sino "caviares". No dejaron el poder, pues seguidamente rodearon a Toledo en sus juergas palaciegas y en el "avión parrandero", e influyeron grandemente en gestos en favor de los terroristas y sus acciones, al mismo tiempo que infiltraban la maquinaria estatal. La fiesta continuó solapadamente durante el gobierno de García, para alzar vuelo con el discípulo de Chávez y Lula, Humala, Y, luego creció con PPK, Vizcarra y Sagasti, cuando "los, las y "les"" ideólogos de género y otros ejemplares están haciendo de las suyas para apoderarse del gobierno total del país; y estas elecciones son parte de su accionar.
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