El Papa Francisco no hace otra cosa que cumplir con su misión de difundir y defender la doctrina católica, invariable desde siempre, sobre el Matrimonio, y no dejarse influenciar ni aceptar las pretensiones de imponer un "matrimonio homosexual"
El Papa está manifestando, una vez más, como ya lo han hecho otros Patas de los tiempos recientes, lo que pareciera que no es necesario estar repitiendo: la verdad que, no sólo la revelaciónj, la misma ley natural proclama. Es, en verdad, escandaloso hasta donde puede llegar la turbación, para no llamarla de otra manera, mental y espiritual humana; ya sucedió en el pasado (como, desde los tiempos del Antiguo Testamento, en Sodoma y Gomorra).
¿Hasta cuándo no se va a proclamar rotundamente que no puede haber un real y verdadero matrimonio entre personas del mismo sexo, y que esto constituye una aberración, aparte de todas las consideraciones morales y religiosas?
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El Papa Francisco no hace otra cosa que cumplir con su misión de difundir y defender la doctrina católica, invariable desde siempre, sobre el Matrimonio, y no dejarse influenciar ni aceptar las pretensiones de imponer un "matrimonio homosexual"
El Papa está manifestando, una vez más, como ya lo han hecho otros Patas de los tiempos recientes, lo que pareciera que no es necesario estar repitiendo: la verdad que, no sólo la revelaciónj, la misma ley natural proclama. Es, en verdad, escandaloso hasta donde puede llegar la turbación, para no llamarla de otra manera, mental y espiritual humana; ya sucedió en el pasado (como, desde los tiempos del Antiguo Testamento, en Sodoma y Gomorra).
¿Hasta cuándo no se va a proclamar rotundamente que no puede haber un real y verdadero matrimonio entre personas del mismo sexo, y que esto constituye una aberración, aparte de todas las consideraciones morales y religiosas?
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