¿Hasta cuando los corruptos y ricos (con los dineros estatales) dirigentes de los partidos comunistas, van a ocultar a las poblaciones de sus respectivos países, y del mundo, que los dominan y tienen cautivos en la más grande de las pobrezas, lo que obliga a una porción grande de los más desesperados a tener que exiliarse desesperadamente? y, ¿hasta cuándo, los habitantes de los países a los que éstos huyen, como en el caso peruano, no se van a dar cuenta de que están siendo verdaderos y privilegiados testigos de la realidad que se vive en esos tristes y muy desafortunados "paraísos" comunistas?
Seis décadas de severa y férrea dictadura comunista, con decenas de millares de asesinados, otros de encarcelados, y muchos centenares de miles de otros exiliados por el mundo entero, no han bastado para que los sobrevivientes que permanecen en Cuba puedan tener una vida decorosa. Siguen sufriendo una dura tiranía despótica y oprobiosa; y siguen huyendo los que pueden, hartos de las privaciones,en un país donde los únicos privilegiados son los sátrapas que los gobiernan. Otro tanto pero multiplicado escandalósamente, ocurre en Venezuela, durante los últimos veinte años, en donde los pobres exiliados son ya varios millonwa; más de un millón de ellos ha llegado al Perú (en donde se encuentran mejor que en su patria).
Paradojas de la vida. En el Perú, luego de elecciones con muchos indicios de fraude (en reclamación), un gobierno con inclinaciones similares (aunque, a veces, lo niegan) pretende seguir, más o menos abiertamente, por este mismo camino. Aún cuando el destino ha puesto en sus tierras, a más de un millón de pobres que han huido, hasta a pie, para encontrar una vida mejor que en el paraíso "madurista", ante los ojos de los peruanos.
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¿Hasta cuando los corruptos y ricos (con los dineros estatales) dirigentes de los partidos comunistas, van a ocultar a las poblaciones de sus respectivos países, y del mundo, que los dominan y tienen cautivos en la más grande de las pobrezas, lo que obliga a una porción grande de los más desesperados a tener que exiliarse desesperadamente? y, ¿hasta cuándo, los habitantes de los países a los que éstos huyen, como en el caso peruano, no se van a dar cuenta de que están siendo verdaderos y privilegiados testigos de la realidad que se vive en esos tristes y muy desafortunados "paraísos" comunistas?
Seis décadas de severa y férrea dictadura comunista, con decenas de millares de asesinados, otros de encarcelados, y muchos centenares de miles de otros exiliados por el mundo entero, no han bastado para que los sobrevivientes que permanecen en Cuba puedan tener una vida decorosa. Siguen sufriendo una dura tiranía despótica y oprobiosa; y siguen huyendo los que pueden, hartos de las privaciones,en un país donde los únicos privilegiados son los sátrapas que los gobiernan. Otro tanto pero multiplicado escandalósamente, ocurre en Venezuela, durante los últimos veinte años, en donde los pobres exiliados son ya varios millonwa; más de un millón de ellos ha llegado al Perú (en donde se encuentran mejor que en su patria).
Paradojas de la vida. En el Perú, luego de elecciones con muchos indicios de fraude (en reclamación), un gobierno con inclinaciones similares (aunque, a veces, lo niegan) pretende seguir, más o menos abiertamente, por este mismo camino. Aún cuando el destino ha puesto en sus tierras, a más de un millón de pobres que han huido, hasta a pie, para encontrar una vida mejor que en el paraíso "madurista", ante los ojos de los peruanos.
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