La mortificación tiene sentido trascendental en la formación del carácter y la personalidad, en la formación para dominar nuestras tendencia al facilismo y a la comidad. Toda labor superior, como muchqas cotidianas, requieren el dominio de la inteligencia y de la voluntad sobre nuestras tendencias básicas, para sobreponernos al cansancio o al facilismo. Lo saben muy bien hasta los que se dedican a entrenadores deportivos, los instructores militares, como también, por supuesto, los consejeros de estudiantes de toda clase, como en todas las universidades o los seminarios religiosos de todos los tiempos.
2 comentarios:
La mortificación tiene sentido trascendental en la formación del carácter y la personalidad, en la formación para dominar nuestras tendencia al facilismo y a la comidad. Toda labor superior, como muchqas cotidianas, requieren el dominio de la inteligencia y de la voluntad sobre nuestras tendencias básicas, para sobreponernos al cansancio o al facilismo. Lo saben muy bien hasta los que se dedican a entrenadores deportivos, los instructores militares, como también, por supuesto, los consejeros de estudiantes de toda clase, como en todas las universidades o los seminarios religiosos de todos los tiempos.
En este caso, el artículo se refiere a las prácticas cristianas de mortificación, que se dan como penitencia.
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