Jamás el fujimorismo proclamó un ideario que se hiciera público, pero - por lo menos - la vida y la conducta de sus miembros más notables y reconocidos, no parecía dar motivo de escándalo. Pero la decadencia, paulatina pero sostenida, que políticamente ha sufrido en los últimos tiempos, ha sido acompañada de un relajamiento en la conducta política y social de algunos de sus miembros, en particular de algunos incorporados oportunistamente en los últimos tiempos, y que han mostrado hasta discrepancia con las ideas mayores y conducta partidarias previas. Hoy, una de sus congresistas, antigua, que parecía representar tanto lo más respetable y más serio del partido, da un tremendo traspiés, no se sabe si por propia iniciativa o por influencias ajenas a su propia conciencia. Es de confiar, un reconocimiento del error y su rectificación rotndos, públicos y prontamente. De lo contrario, ella y el partido se precipitarán, finalmente, por el precipicio de su descrédito y desaparición.
Nunca confié demasiado en este partido, porque me preocupaba el que careciera, aparentemente hasta donde se, de un ideario claramente identificado con una ideología definida. Todo giraba en torno al caudillo y su círculo más íntimo. Se mantenía en la prefrencia popular porque sus líderes no discrepaban de la línea de conducta establecida. En los últimos años, el desconcierto por no poder ganar elecciones presidenciales, permitió que, además se incorporaran oportunistas diversos provenientes de otras canteras, para mayor confusión. Y, ahora, una de las personas más coherentes y respetables del partido, por sus principios y conducta, comete - no sabemos por que causa, y quizá ni propia - este grave error. Sin una rectificación categórica y convincente, ella como el partido (que está viniendo a menos) terminarán por extinguirse.
Cuando la congresista Moyano fue elegida anteriormente, en el 2003 presentó un proyecto llamado: Registro civil, de uniones de hecho, que reconocía a las parejas del mismo sexo, pero no fue aprobado.
¿Qué pasó con lo que pensábamos que era el fujimorismo? Se olvidaron, y por completo, del noble pueblo peruano, que los consideraba un sólido soporte de sus valores tradicionales, como el de la única familia que puede ser aceptada, reconocida y apoyada. Un grupo de neofujimoristas es encabezado, en este gran despropósito, nada menos que quizá la única antigua respetable figura que le quedaba. Incomprensible e imperdonable. Se requiere el rechazo y retiro de esta tan infeliz y errónea proposición.¿Qué pasó?
Han sido mayoría parlamentaria, casi abrumadora, hasta hace muy poco, lo que les hubiera permitido hasta gobernar el país independientemente del Poder Ejecutivo. Y desperdiciaron todas las oportunidades. Ahora, bajo no se sabe que maligna influencia, cometen este infortunado desatino. No se sabe como podrían salir de esta crisis, sin perjuicios.
El Fujimorismo tenía, y hasta había hecho pública, una propuesta amplia y justa, a la que podrían incorporarse muchas personas y, también aquellas que sin escándalos desearan compartir bienes y solidaridad.
7 comentarios:
Jamás el fujimorismo proclamó un ideario que se hiciera público, pero - por lo menos - la vida y la conducta de sus miembros más notables y reconocidos, no parecía dar motivo de escándalo. Pero la decadencia, paulatina pero sostenida, que políticamente ha sufrido en los últimos tiempos, ha sido acompañada de un relajamiento en la conducta política y social de algunos de sus miembros, en particular de algunos incorporados oportunistamente en los últimos tiempos, y que han mostrado hasta discrepancia con las ideas mayores y conducta partidarias previas. Hoy, una de sus congresistas, antigua, que parecía representar tanto lo más respetable y más serio del partido, da un tremendo traspiés, no se sabe si por propia iniciativa o por influencias ajenas a su propia conciencia. Es de confiar, un reconocimiento del error y su rectificación rotndos, públicos y prontamente. De lo contrario, ella y el partido se precipitarán, finalmente, por el precipicio de su descrédito y desaparición.
Nunca confié demasiado en este partido, porque me preocupaba el que careciera, aparentemente hasta donde se, de un ideario claramente identificado con una ideología definida. Todo giraba en torno al caudillo y su círculo más íntimo. Se mantenía en la prefrencia popular porque sus líderes no discrepaban de la línea de conducta establecida. En los últimos años, el desconcierto por no poder ganar elecciones presidenciales, permitió que, además se incorporaran oportunistas diversos provenientes de otras canteras, para mayor confusión. Y, ahora, una de las personas más coherentes y respetables del partido, por sus principios y conducta, comete - no sabemos por que causa, y quizá ni propia - este grave error. Sin una rectificación categórica y convincente, ella como el partido (que está viniendo a menos) terminarán por extinguirse.
Cuando la congresista Moyano fue elegida anteriormente, en el 2003 presentó un proyecto llamado: Registro civil, de uniones de hecho, que reconocía a las parejas del mismo sexo, pero no fue aprobado.
¿Qué pasó con lo que pensábamos que era el fujimorismo? Se olvidaron, y por completo, del noble pueblo peruano, que los consideraba un sólido soporte de sus valores tradicionales, como el de la única familia que puede ser aceptada, reconocida y apoyada. Un grupo de neofujimoristas es encabezado, en este gran despropósito, nada menos que quizá la única antigua respetable figura que le quedaba. Incomprensible e imperdonable. Se requiere el rechazo y retiro de esta tan infeliz y errónea proposición.¿Qué pasó?
¿Quién, o quienes, realmente deciden en este partido? ¿Esto es lo que creen bueno, moral y beneficioso para el Perú?
Han sido mayoría parlamentaria, casi abrumadora, hasta hace muy poco, lo que les hubiera permitido hasta gobernar el país independientemente del Poder Ejecutivo. Y desperdiciaron todas las oportunidades. Ahora, bajo no se sabe que maligna influencia, cometen este infortunado desatino. No se sabe como podrían salir de esta crisis, sin perjuicios.
El Fujimorismo tenía, y hasta había hecho pública, una propuesta amplia y justa, a la que podrían incorporarse muchas personas y, también aquellas que sin escándalos desearan compartir bienes y solidaridad.
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