Si su empkeo pudiera ser compresible en civilizaciones e individuos primitivos de todos los tiempos, no es sensato, estético ni saludable en seres humanos de hoy en día, civilizados, con salud mental y un elemental buen gusto, el querer someterse a estas "decoraciones", muchas veces permanentes, wn manos de qlgún improvisado "artista" que hará incisiones o inyecciones con instrumentos hasta contaminados de muy serias enfermedades de las que son portadores mo pocos de los usuarios de sus serbicios.
Aparte de cualquier calificación negativa para todos los usuarios de estos "adornos", más responsables ellos que los autores, hay que reconocer que son de un pésimo mal gusto, y que como sanción mínima los llevarán por el resto de sus vidas.
La persona no se siente contenta con su cuerpo, con su imagen y busca ponerse algo para sentirse realizado. Pareciera ser que no somos felices con lo que somos o tenemos. Pareciera ser entonces que no nos sentimos amados por los demás, nos sentimos rechazados. Creo que debemos analizar muy bien las cosas antes de hacerlas. Como cristiano católico debemos buscar vivir nuestra religión en todos los aspectos, y recordar que nuestro cuerpo es un regalo de Dios y corresponde cuidarlo y amarlo, no maltratarlo.
5 comentarios:
Si su empkeo pudiera ser compresible en civilizaciones e individuos primitivos de todos los tiempos, no es sensato, estético ni saludable en seres humanos de hoy en día, civilizados, con salud mental y un elemental buen gusto, el querer someterse a estas "decoraciones", muchas veces permanentes, wn manos de qlgún improvisado "artista" que hará incisiones o inyecciones con instrumentos hasta contaminados de muy serias enfermedades de las que son portadores mo pocos de los usuarios de sus serbicios.
Aparte de cualquier calificación negativa para todos los usuarios de estos "adornos", más responsables ellos que los autores, hay que reconocer que son de un pésimo mal gusto, y que como sanción mínima los llevarán por el resto de sus vidas.
Está mal, es propio de delincuentes. Y, además, es repugnante.
La persona no se siente contenta con su cuerpo, con su imagen y busca ponerse algo para sentirse realizado. Pareciera ser que no somos felices con lo que somos o tenemos. Pareciera ser entonces que no nos sentimos amados por los demás, nos sentimos rechazados. Creo que debemos analizar muy bien las cosas antes de hacerlas. Como cristiano católico debemos buscar vivir nuestra religión en todos los aspectos, y recordar que nuestro cuerpo es un regalo de Dios y corresponde cuidarlo y amarlo, no maltratarlo.
No sólo está mal, es pésimo, y hasta repugnante. Y, desgraciadamente, muchas veces completamente irreparable.
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