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jueves, 27 de febrero de 2025

UNIDOS PARA DESAGRAVIAR A NUESTRA MADRE

 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Una modesta y humilde opinión. No es una persona, laica, por bien intencionada que sea, quien deba convocar a un desagravio público a la Madre de Dios, por las ofensas públicas y escandalosas producidas en Lima.. Ya lo ha hecho, con este motivo, en estas semanas, con magros resultados.. Se requiere que, de los niveles mas altos, jerárquicamente, de la Iglesia Católica de Lima y el Perú, hable un Pastor por todo lo ocurrido.

Anónimo dijo...

El Rosario de hombres nació en 2018 como una iniciativa de un grupo de laicos en Irlanda y Polonia, y con el tiempo se ha extendido a otros países de Europa y América. Es una masiva manifestación de fe mariana que se ha venido dando espontáneamente en diversas partes del mundo, tanto en Europa y América. Se trata de cumplir con el pedido de la Virgen de rezar el rosario, pero además de dar público testimonio de la fe. Estas manifestaciones son a la vez una respuesta y un desagravio ante la permanente agresión de los grupos extremistas de feministas que vienen atacando a la Iglesia, así como una reivindicación del hombre y el padre como guía espiritual de la familia. No interesa la cantidad o número de personas que asistan; Jesús dijo: "donde hay 2 o más reunidos en mi nombre, ahí estoy yo".

Anónimo dijo...

La oración es maravillosa para el que la hace, ya sea privada o pública, Esta última tienw la propiedad de poder ser un testimonio, ante el mundo, de nuestra Fe y del número de cristianos vomprometidos em ello; por esto es algo muy serio que quien o quienes convoquen a una de estas manifestaciones estén muy conscientes de lo que hacen, organizando y preparando cuidadosamente la convocatoria, su fecha y hora, un lugar apropiado, autorizaciób de entidad municipal pertinente, etc. para que sea un hecho que verdaderamente llame la atención de la comunidad toda y, particularmente de los católicos, para que se sientan llamados a participar en alguna próxima convocatoria.

Anónimo dijo...

Una convocatoria deslucida debiera hacer reflexionar seriamente a sus organizadoeres, sea parroquia, obispado, o movimiento religioso, antes de convocar a una nueva manifestación pública.