Quién diría, hoy, lo profético de este titular y de este artículo ante el devenir de los acontecimientos de este mediodía. Vizcarra mostró lo escaso de sus facultades como estadista; expuso una multitud de intenciones que no pensaba cumplir (porque no tenía ni idea de como hacerlo), para terminar con el exabrupto de romper toda posibilidad de un trabajo patriótico y optar por mandar el destino del país al caos. Es de esperar que Olaechea y la sensatez de parlamentarios, como de políticos e intelectuales honestos, que realmenten amen al Perú, saquen al país de esta crisis de incompetencia, corrupción y ambiciones personales.
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Quién diría, hoy, lo profético de este titular y de este artículo ante el devenir de los acontecimientos de este mediodía. Vizcarra mostró lo escaso de sus facultades como estadista; expuso una multitud de intenciones que no pensaba cumplir (porque no tenía ni idea de como hacerlo), para terminar con el exabrupto de romper toda posibilidad de un trabajo patriótico y optar por mandar el destino del país al caos. Es de esperar que Olaechea y la sensatez de parlamentarios, como de políticos e intelectuales honestos, que realmenten amen al Perú, saquen al país de esta crisis de incompetencia, corrupción y ambiciones personales.
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