Espionaje puro y descarado propio de quienes, aupados ilicitamente en el poder, tienen gran temor e inseguridad de perderlo todo, porque saben que no están procediendo limpia, decente ni democráticamente. Y porque están tramando mayores agravios a la democracia todavía imperfecta que estábamos viviendo.
Quienes actúan ilícita e inmoralmente temen, siempre, que aunque todas sus acciones ilegales pareciera que les están sliendo a pedir de boca y sin dificultades, con el empleo, en este caso, de los recursos y el aparato estatales, no las tienen todas consigo. Por ello recurren, sin ningún reparo, al empleo de todos los artliugios que el gobierno posee para proteger a la nación, para utlizarlos, sin ningún recato ni pudor (hasta a plena luz del día, no les importa la opinión pública, tienen la prensa a su servicio), para descubrir los detalles de las acciones - hasta públicas - de quienes no son sus cómplices, para defender sus fines protervos de cualquier amenaza.
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Espionaje puro y descarado propio de quienes, aupados ilicitamente en el poder, tienen gran temor e inseguridad de perderlo todo, porque saben que no están procediendo limpia, decente ni democráticamente. Y porque están tramando mayores agravios a la democracia todavía imperfecta que estábamos viviendo.
Quienes actúan ilícita e inmoralmente temen, siempre, que aunque todas sus acciones ilegales pareciera que les están sliendo a pedir de boca y sin dificultades, con el empleo, en este caso, de los recursos y el aparato estatales, no las tienen todas consigo. Por ello recurren, sin ningún reparo, al empleo de todos los artliugios que el gobierno posee para proteger a la nación, para utlizarlos, sin ningún recato ni pudor (hasta a plena luz del día, no les importa la opinión pública, tienen la prensa a su servicio), para descubrir los detalles de las acciones - hasta públicas - de quienes no son sus cómplices, para defender sus fines protervos de cualquier amenaza.
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