La misión del Sacerdote debe cumplirse fielmente, aunque es verdad que hoy puede servirse de los medios de protección sanitaria como el personal médico, lo que es no sólo justo sino obligatorio. Pero tampoco debe llegarse a la evasión del superior compromiso sacerdotal, análogo al del médico; de lo contrario dariámos un pobre testimonio de nuestra Fe. Nuestras autoridades eclesiásticas deben cuidarse mucho de la conducta que muestran; una cosa es prudencia inteligente, y otra es evasión culposa.
Respeto, admiración, reverencia y gratitud para los sacerdotes que, sin llegar a ignorar ni descuidar todas las recomendaciones y protecciones que hoy la ciencia puede ofrecer, cumplen con su sagrada misión.
Estas imágenes, de los hèroes y santos de esta plaga mundial, deben conocerse y guardarse en la memoria individual y colectiva de los peruanos y de todos los ciudadanos del mundo, más que la de los burócratas de toda clase, que no previeron eata epidemia, ni actuaron con la suficiente presteza, rectitud y honorabilidad. Una verdaera historia, y el Creador, los juzgara.
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La misión del Sacerdote debe cumplirse fielmente, aunque es verdad que hoy puede servirse de los medios de protección sanitaria como el personal médico, lo que es no sólo justo sino obligatorio. Pero tampoco debe llegarse a la evasión del superior compromiso sacerdotal, análogo al del médico; de lo contrario dariámos un pobre testimonio de nuestra Fe. Nuestras autoridades eclesiásticas deben cuidarse mucho de la conducta que muestran; una cosa es prudencia inteligente, y otra es evasión culposa.
Respeto, admiración, reverencia y gratitud para los sacerdotes que, sin llegar a ignorar ni descuidar todas las recomendaciones y protecciones que hoy la ciencia puede ofrecer, cumplen con su sagrada misión.
Estas imágenes, de los hèroes y santos de esta plaga mundial, deben conocerse y guardarse en la memoria individual y colectiva de los peruanos y de todos los ciudadanos del mundo, más que la de los burócratas de toda clase, que no previeron eata epidemia, ni actuaron con la suficiente presteza, rectitud y honorabilidad. Una verdaera historia, y el Creador, los juzgara.
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