Día Nacional de la Persona Adulta Mayor en el Perú: 26 de agosto; se celebra por ser la festividad de Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars (Patrona de la Ancianidad).
5 comentarios:
Anónimo
dijo...
Este día no debiera ser un día de "celebración" más, sino de reflexión sobre el Adulto Mayor, qué es esta etapa de la vida a la que todos debiéramos poder llegar, sin temores, sin inseguridad, con serenidad, con bienestar y paz, permitiéndosenos seguir siendo útiles. Debe ser etapa de reconocimiento y de aprecio. Nada de ceremonias ni discursos fatuos.
No a ceremonias ni regalitos oficiales, se necesita acciones para permitir que los Adultos Mayores puedan ejercer sus derechos con plenitud; ser respetados y tratados, no con conmiseración, sino con justicia.
No debe ser un día de piedad ni de "beneficencia" hipócrita para con algunos adultos mayores, para los medios de comunicación. Debe ser siquiera un solo minuto, ni horas, de reflexión de todos acerca de lo es llegar a Adulto Mayor y de cómo debe ser tratado todo ser humano que llega a esta edad, a la que todos, si Dios lo permite, debiéramos llegar; cómo hacerlo en la mejores condiciones posibles, qué derechos (no favores) le corresponden, y cómo deben ser cumplidos´Hasta el tema de la eufemísticamente llamada "eutanasia" (en esencia debiera llamarse así a la muerte perfecta o ideal, no a una forma de asesinato) debiera ser tratado.
Un visitante ha mencionado, o se ha referido, al real abandono de pacientes adultos mayores muy delicados, verdadero homicidio, para dar atención de una manera preferente a otros pacientes menores en edad. Yo quiero recordar que ello ha ocurrido y ocurre, y no raramente, en todo el mundo, y entre nosotros, durante la presente pandemia. No sabemos cuántos médicos han sido obligados a tener que elegir, y quizá hasta a actuar de esta manera<; ¿supieron que, quizá sin mayor reflexión en medio de la desesperación de las emergencias, estaban siendo llevados a un grave problema moral? Los que se vieron forzados, de una manera abusiva, a elegir mal van a necesitar ayuda psicológica y moral. Y los que, con su falta de previsión y de respuesta apropiada y pronta, llrvaron a médicos a enfrentar estas situaciones como también a arriesgar y entregar sus propias vidas, son criminales mayores que deben ser juzgados hoy y en el momento de sus propias muertes,
Este año, mi muy querido Dr. Agustín (y me dan ganas de omitirle su apellido, porque de tanto visitarlo me quiero tomar el atrevimiento de tratarlo con el muy merecido y debidos respeto y aprecio, pero con la confianza de un antiguo y agradecido admirador), cuando alcanza un número muy importante de visitas, el tema de los Adultos Mayores alcanza una dimensión especial que debe ser resaltada. Me han gustado mucho los comentarios, y todos, del día de hoy.
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Este día no debiera ser un día de "celebración" más, sino de reflexión sobre el Adulto Mayor, qué es esta etapa de la vida a la que todos debiéramos poder llegar, sin temores, sin inseguridad, con serenidad, con bienestar y paz, permitiéndosenos seguir siendo útiles. Debe ser etapa de reconocimiento y de aprecio. Nada de ceremonias ni discursos fatuos.
No a ceremonias ni regalitos oficiales, se necesita acciones para permitir que los Adultos Mayores puedan ejercer sus derechos con plenitud; ser respetados y tratados, no con conmiseración, sino con justicia.
No debe ser un día de piedad ni de "beneficencia" hipócrita para con algunos adultos mayores, para los medios de comunicación. Debe ser siquiera un solo minuto, ni horas, de reflexión de todos acerca de lo es llegar a Adulto Mayor y de cómo debe ser tratado todo ser humano que llega a esta edad, a la que todos, si Dios lo permite, debiéramos llegar; cómo hacerlo en la mejores condiciones posibles, qué derechos (no favores) le corresponden, y cómo deben ser cumplidos´Hasta el tema de la eufemísticamente llamada "eutanasia" (en esencia debiera llamarse así a la muerte perfecta o ideal, no a una forma de asesinato) debiera ser tratado.
Un visitante ha mencionado, o se ha referido, al real abandono de pacientes adultos mayores muy delicados, verdadero homicidio, para dar atención de una manera preferente a otros pacientes menores en edad. Yo quiero recordar que ello ha ocurrido y ocurre, y no raramente, en todo el mundo, y entre nosotros, durante la presente pandemia. No sabemos cuántos médicos han sido obligados a tener que elegir, y quizá hasta a actuar de esta manera<; ¿supieron que, quizá sin mayor reflexión en medio de la desesperación de las emergencias, estaban siendo llevados a un grave problema moral? Los que se vieron forzados, de una manera abusiva, a elegir mal van a necesitar ayuda psicológica y moral. Y los que, con su falta de previsión y de respuesta apropiada y pronta, llrvaron a médicos a enfrentar estas situaciones como también a arriesgar y entregar sus propias vidas, son criminales mayores que deben ser juzgados hoy y en el momento de sus propias muertes,
Este año, mi muy querido Dr. Agustín (y me dan ganas de omitirle su apellido, porque de tanto visitarlo me quiero tomar el atrevimiento de tratarlo con el muy merecido y debidos respeto y aprecio, pero con la confianza de un antiguo y agradecido admirador), cuando alcanza un número muy importante de visitas, el tema de los Adultos Mayores alcanza una dimensión especial que debe ser resaltada. Me han gustado mucho los comentarios, y todos, del día de hoy.
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