Es algo totalmente ridículo, además de vergonzoso, la inauguración de "un templo satánico", así como su "culto" en cualquier país del mundo. Es un signo de la mayor decadencia de una civilización. La libertad religiosa no se creó para algo como esto, Que el demonio existe es una realidad, pero que se le rinda culto ya es increible, como también que las autoridades autoricen la construcción de uno de estos "templos" es algo rayano con el disparate más grande. Es señal, una más, de que en estos tiempos no se tiene el menor temor de hacer el ri¡dículo.
En verdad, el satanismo no puede considerarse una religión, porque no persigue fines éticos o morales para la superación de la humanidad, sino todo lo contrario; por consiguiente no debieran conseguir licencia alguna para existir legalmente, y menos para la construcción de cualquier tipo de templos.
Que se pretenda y autorice la construcción de uno de estos templos es vergonzoso, ridículo y signo de decadencia y corrupción de cualquier pueblo con un cierto nivel de civilización.
El satanismo, nos guste o no, sí es una religión, lo mismo que la brujería o el espiritismo. Está asociado con la admiración, veneración o culto a Satanás, ya sea como una deidad real, o como un símbolo abordado incluso desde una perspectiva atea. Así, ya existen iglesias y templos en Estados Unidos por ejemplo, y ahora quieren llegar a América Latina, en Brasil y Chile, igual que hay otras sectas.
4 comentarios:
Es algo totalmente ridículo, además de vergonzoso, la inauguración de "un templo satánico", así como su "culto" en cualquier país del mundo. Es un signo de la mayor decadencia de una civilización. La libertad religiosa no se creó para algo como esto, Que el demonio existe es una realidad, pero que se le rinda culto ya es increible, como también que las autoridades autoricen la construcción de uno de estos "templos" es algo rayano con el disparate más grande. Es señal, una más, de que en estos tiempos no se tiene el menor temor de hacer el ri¡dículo.
En verdad, el satanismo no puede considerarse una religión, porque no persigue fines éticos o morales para la superación de la humanidad, sino todo lo contrario; por consiguiente no debieran conseguir licencia alguna para existir legalmente, y menos para la construcción de cualquier tipo de templos.
Que se pretenda y autorice la construcción de uno de estos templos es vergonzoso, ridículo y signo de decadencia y corrupción de cualquier pueblo con un cierto nivel de civilización.
El satanismo, nos guste o no, sí es una religión, lo mismo que la brujería o el espiritismo. Está asociado con la admiración, veneración o culto a Satanás, ya sea como una deidad real, o como un símbolo abordado incluso desde una perspectiva atea. Así, ya existen iglesias y templos en Estados Unidos por ejemplo, y ahora quieren llegar a América Latina, en Brasil y Chile, igual que hay otras sectas.
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