No sólo ese porcentaje, realmente es mucho mayor. Y, para mucho peor, también posteriormente. Se necesita esclarecimiento y sanciones ejemplares. Nuestros últimos gobernantes (y sus colaboradores), muy orondos, están pendientes de encarcelamientos que no se concretan, lo les permite candidatear; a nadie con juicios no terminados debiera permitírsele ni ser candidato ni ejercer ningún cargo público. Es urgente una depuración del penoso cuadro de los candidatos a las próximas elecciones, sin tener que postergarlas. Ningún pueblo se merece el pavoroso futuro que parece amenazarnos, con muchos de estos candidatos.
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No sólo ese porcentaje, realmente es mucho mayor. Y, para mucho peor, también posteriormente. Se necesita esclarecimiento y sanciones ejemplares. Nuestros últimos gobernantes (y sus colaboradores), muy orondos, están pendientes de encarcelamientos que no se concretan, lo les permite candidatear; a nadie con juicios no terminados debiera permitírsele ni ser candidato ni ejercer ningún cargo público. Es urgente una depuración del penoso cuadro de los candidatos a las próximas elecciones, sin tener que postergarlas. Ningún pueblo se merece el pavoroso futuro que parece amenazarnos, con muchos de estos candidatos.
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